Pedro Sánchez alcanza el liderazgo del PSOE y promete un partido "de unidad" y "ganador"
Hace unos meses nadie lo conocía. En la noche del domingo, Pedro Sánchez ha sido elegido secretario general del PSOE y líder de la oposición a Mariano Rajoy. Asume un partido en horas bajas, con un apoyo electoral mermado y herido en el orgullo por nuevas fuerzas de izquierdas.
Sánchez tiene 42 años, es diputado por Madrid, licenciado y doctor en Económicas y el primer líder en 135 años de PSOE elegido por voto secreto de la militancia. Su resultado es incontestable. Ha obtenido el 48% de los votos frente a Eduardo Madina, que se quedó en el 36% y José Antonio Pérez Tapias, que alcanzó un 15%.
"Ha comenzado el principio del fin de Mariano Rajoy", ha proclamado ante una militancia que le aclamaba al grito de "¡Pedro! ¡Pedro!". "Voy a ser el secretario general de la unidad", porque en el PSOE "no sobra nadie, al contrario, falta gente", ha dicho, cosechando otro aplauso.
Ante la triste mirada del equipo de Madina, Sánchez ha repetido sus lemas de campaña ("cambiar el PSOE para cambiar España", un partido de "honradez intransigente") y ha definido ya las prioridades del futuro. El PSOE es "un partido laico", que tiene que lograr acabar con el "exilio económico" de los jóvenes que han abandonado el país. El PSOE no es nacionalista sino que buscará puentes con Cataluña, donde el PSC eligió este domingo a su propio líder, Miquel Iceta, un viejo conocido que se presentaba sin oponente.
La Ejecutiva del PSOE estará "tan a la izquierda como la militancia de base" con un programa destinado a la mayorías pero que "no caiga en populismo ni demagogia". Esa fue, y de manera indirecta, la única referencia a otros partidos de la izquierda, como Podemos o Izquierda Unida, que en las últimas europeas han demostrado que van a por todas.
UNA FOTO PARA LA UNIDAD
Junto a Sánchez, sus dos oponentes y el aún secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, que dejará el cargo en el congreso que el partido celebrará los 26 y 27 de julio. Las imagen, inédita en la vida política española, pretendió mostrar cohesión interna en un ejercicio en el que finalmente se ha involucrado buena parte del partido. En total han votado unos 130.000 militantes de los casi 200.000 que podían hacerlo. Más de un 65% de los militantes acudieron a la cita, programada ya en pleno verano y cuyo desenlace se conocía al mismo tiempo que Alemania y Argentina se disputaban un Mundial de fútbol.
Pedro Sánchez se ha impuesto en 12 autonomías y en la federación de América, mientras que Madina logró más apoyos en otras siete y en la federación de Europa.
Sin embargo, el triunfo del diputado por Madrid ha sido incontestable en Andalucía, donde ha logrado más de 20.000 apoyos, un tercio del total. En la comunidad que Gobierna Susana Díaz, peso pesado del partido que discretamente se alineó con Sánchez, el ganador ha logrado el 61% de los sufragios frente al 23% de Madina.
La derrota de Madina pasa de digna a dolorosa si se tiene en cuenta que en Euskadi, su tierra, ha quedado a 15 puntos de su rival. Madina se ha impuesto en Asturias, Extremadura, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Extremadura y Navarra.
Pérez Tapias, candidato más a la izquierda y que según algunos en el partido perjudicaba a Madina, ha logrado el 15% de los sufragios, demostrando la pujanza de la corriente Izquierda Socialista, a la que pertenece. Ha sido el tercero en todas las comunidades autónomas (el primero "en concordia", que ha dicho él durante la campaña), y sólo ha logrado colocarse segundo en la federación Europa, con muy poquitos censados.
PRIMARIAS: ¿UNA SEGUNDA RONDA QUE NO SERÁ?
Con ambos candidatos quiere contar Sánchez, que no ha aclarado si se presentará a las primarias a elegir candidato a La Moncloa que están previstas para noviembre. La celebración de esa convocatoria, que Madina defendía férreamente y que Sánchez acabó asumiendo, está más que nunca en el aire.
Si en la madrileña calle Ferraz había cuatro hombres tratando de transmitir unidad, en la sevillana de San Vicente Susana Díaz no perdía tiempo para expresar su satisfacción por la elección del nuevo líder.
"Tenemos que disfrutar, pero no mucho tiempo porque la gente nos está esperando, hay que trabajar muchísimo para volver a encontrarnos con la mayoría social de la izquierda, que tiene que ser la alternativa en este país", ha dicho.
Ella se quedará en Andalucía, que "es muy grande" y exigente. Y las primarias vendrán si tienen que venir. Se decidirán "entre todos, con dos premisas: que sea lo mejor para España y lo mejor para los candidatos que se van a presentar en las elecciones (municipales y autonómicas) de mayo".
La otra mujer clave en los últimos años del PSOE, la socialista catalana Carme Chacón, se ha expresado por Twitter tendiendo puentes con el nuevo líder. Chacón, que había anunciado que sólo se presentaría a las primarias, tendrá que valorar ahora si concurre contra Sánchez o con su apoyo.
Pero eso será más adelante. En la noche de este domingo, que en el PSOE consideran histórica, tocaba jubilar al "rubalcabismo" y dar la bienvenida a un nuevo líder que, en realidad, lo tiene todo por demostrar.