Consejos para evitar intoxicaciones alimentarias en verano (VÍDEO)
Verano e intoxicaciones alimentarias parecen dos conceptos condenados a ir unidos. Entre los meses de julio, agosto y septiembre se registran alrededor de 8.000 intoxicaciones alimentarias en España, lo que supone más de la mitad de las se producen anualmente. Esto tiene una explicación: las bacterias viven más y mejor en verano porque prefieren temperaturas entre los 36 y 37 grados para vivir y reproducirse.
“La intoxicación se produce cuando ingerimos alimentos, ya sea comida o bebida, que contienen microorganismos tóxicos (bacterias) como pueden ser la Salmonella, la E. Coli o el Anisakis, entre otros”, explica el Dr. Gonzalo Guerra Flecha, fundador y especialista en digestivo de Centro Médico Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (CMED). Y su forma de manifestarse son las temidas gastroenteritis e inflamaciones o infecciones de estómago, que junto a las picaduras de insectos o las quemaduras solares son los problemas de salud más frecuentes en esta época del año.
Niños, ancianos, mujeres embarazadas y personas con trastornos del sistema inmunitario son los más propensos a sufrir este mal que puede afectar a cualquiera y que puede evitarse con facilidad. Desde la CMED y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) aseguran que es fácil alejar las bacterias de nuestra vida. Basta con seguir una serie de consejos fáciles y simples y así evitaremos las temidas infecciones.
- Cuida la higiene de tus manos. Lávate adecuadamente las manos antes de manipular cualquier tipo de alimento y cada vez que se te ensucien al cocinar. En las manos hay multitud de gérmenes y bacterias.
- Y limpia también las herramientas y el lugar de trabajo. Lava todas las superficies y los utensilios de trabajo antes, durante y después de usarlos, especialmente cuando los usemos con alimentos crudos.
- Guarda la comida en el frigorífico, siempre a menos de 3ºC. Tanto si está sin cocinar como si ya está cocinada. Si no los vas a comer nada más hacerlos, es recomendable que no lo dejes al descubierto, guárdalo en el frigorífico. Y si se trata de envases abiertos, no los dejes más de dos días en la nevera.
- Di no al contacto de alimentos crudos y cocinados. Porque un alimento cocinado puede volver a contaminarse por contacto con los alimentos crudos o con objetos que anteriormente hayan contactado un alimento crudo (cuchillos, tablas, superficies, trapos, etc.). El trapo de cocina o la bayeta puede ser un excelente vehículo de contaminación. Es preferible usar papel de cocina.
- No descongeles la comida a temperatura ambiente. Hay que hacerlo en el microondas o en el estante de abajo de la nevera, pero nunca en encimera de tu cocina. De esta forma te asegurarás que no se rompe la cadena de frío.
- Queda prohibido 'recogenlar'. Si queremos volver a introducir un alimento ya descongelado en el congelador tendremos que cocinarlo previamente, de lo contrario no se podría.
- Lava la fruta y verdura a conciencia antes de comerla cruda o de utilizarla para cocinar. En la Agencia Española de Seguridad Alimentaria explican cómo hacerlo correctamente.
- Cocina bien la carne. El verano es la peor época para tomar las carnes al punto o semicrudas. En general todos los alimentos pueden estar contaminados por microorganismos sólo destructibles con calor. La temperatura a la que deben someterse debe ser mínimo de 70 grados.
- Congela el pescado y el marisco si quieres comerlo crudo o poco cocinado. Por debajo de los 180 grados evitarás la contaminación por Anisakis.
- Lava los huevos justo antes de utilizarlos. Asegúrate también que ningún trozo caiga en la clara o la yema y si la cáscara está rota, no consumas el producto. Y en restaurantes y demás establecimientos en los que se sirva comida deben emplear obligatoriamente ovoproductos en la elaboración de sus mayonesas, salsas o cremas.
- Recalienta la comida por raciones, es decir, solo aquello que vayas a comer. Así no tendrás que dejar enfriar la comida sobrante antes de meterla en la nevera y evitarás la proliferación de bacterias.
- Desconfía de los alimentos de puestos callejeros. Es importante tener cuidado con lo que compramos por ahí. Debemos consumir alimentos que han sido tratados o manipulados cumpliendo los mínimos higiénicos exigidos y que procedan de establecimientos autorizados. Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomiendan no consumir productos de establecimientos que no cuenten con sistemas de protección como vitrinas o frigoríficos.
- Y ante la duda... de que un alimento pude estar en mal estado, nunca tomarlo
Cómo saber si tienes una intoxicación: los síntomas
Detectar una intoxicación alimentaria no es complicado. Si entre las dos y seis horas posteriores a haber consumido un alimento sospechoso presentas alguno de los siguientes síntomas, lo más probable es que estuviese en mal estado:
— Náuseas y vómitos
— Diarreas (con o sin presencia de sangre en las heces)
— Dolor abdominal
— Fiebre
— Debilidad generalizada
Lo normal es que el malestar se pase en dos o tres días, es lo que ocurre en el caso de intoxicaciones leves. Si esto no fuese así, lo más recomendable es acudir al médico. El doctor Gonzalo Guerra Flecha advierte: "Una intoxicación alimentaria se puede agravar provocando incluso la muerte de la persona afectada (intoxicación por, Clostridium botulinum o por la ingesta de determinadas setas, como puede ser la Amanita phalloides)". Ocurre pocas veces pero como dice el refrán, mejor prevenir que lamentar.