Ley de abdicación: El Gobierno constata la renuncia del rey, que será efectiva cuando se publique en el BOE
Ya hay proyecto de ley que regula la abdicación de la Corona de Juan Carlos I y dé paso al príncipe de Asturias como Felipe VI. Felipe El Gobierno ha enviado a las Cortes para su tramitación parlamentaria la ley orgánica que hará efectiva la abdicación del Rey, que consta de un artículo
La norma aprobada por el Consejo de Ministros, reunido de forma extraordinaria, constata que Juan Carlos I abdica la Corona de España y afirma que la abdicación será efectiva cuando sea publicada la ley en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Este es el texto del artículo:
La disposición final única indica que la entrada en vigor tendrá lugar en el momento de su publicación en el Boletín Oficial del Estado.
En la exposición de motivos, se recuerda que el Rey comunicó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, su "voluntad de abdicar mediante entrega de un escrito, firmado en su presencia, con el siguiente tenor literal" y, a continuación, se reproduce el mensaje que don Juan Carlos dirigió ayer a la nación explicando los motivos de su decisión.
(Lee aquí la ley y la declaración institucional)
EL REY PIERDE LA INVIOLABILIDAD
Uno de los efectos que acarreará la abdicación del Rey será la pérdida de su inviolabilidad, reconocida por la Constitución, cuando su hijo, el Príncipe de Asturias, asuma el trono, así como la salida de sus hermanas, las infantas Elena y Cristina, de la Familia Real, para pasar a ser "familia del Rey".
"La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad", señala el artículo 56.3 de la Carta Magna, que dejará de ser de aplicación para don Juan Carlos para afectar a don Felipe una vez que sea proclamado como Rey Felipe VI.
Del mismo modo, tal y como establece la Constitución en ese mismo artículo, a partir de ese momento los actos del nuevo Monarca estarán "siempre refrendados" por el Gobierno.
El artículo 64 aclara que los actos del jefe del Estado serán refrendados "por el presidente del Gobierno y, en su caso, por los ministros competentes" y agrega que "de los actos del Rey serán responsables las personas que los refrenden".
Fuentes de la Casa del Rey han confirmado que este será uno de los efectos inmediatos que acompañará a la proclamación de Felipe VI.
Queda por ahora pendiente la regulación que el Gobierno anunció el pasado 4 de abril, para incluir en la condición de aforados ante el Tribunal Supremo a la Reina y los Príncipes Asturias a través de una reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Esta modificación normativa ya sólo afectará a la futura Reina Letizia y a su primogénita, Leonor, como Princesa de Asturias, y supondría que, en caso de ser imputados, el proceso tendría que ser remitido al Supremo, como ya ocurre con los diputados, senadores y miembros del Gobierno.
DECLARACIÓN INSTITUCIONAL DE AGRADECIMIENTO
La declaración institucional que también ha aprobado el Consejo de Ministros subraya que desde su proclamación como Rey, Don Juan Carlos "quiso serlo, y lo ha sido, de todos los españoles". Advierte de que "sin su impulso y liderazgo la Transición, sencillamente, no habría sido posible". "Su esfuerzo, junto con el de todos los que contribuyeron al advenimiento de la democracia, culminó en la Constitución, aprobada por referéndum el 6 de diciembre de 1978", recuerda.
"Si España es hoy un Estado de Derecho, moderno y democrático, que ha logrado alcanzar altas cotas de bienestar social y protagonismo en Europa y en todo el escenario internacional, se debe, en gran medida, al reinado de Don Juan Carlos I", añade.
La Constitución, recuerda el texto, designó al Rey como el símbolo de la unidad y permanencia de España, árbitro y moderador de los poderes del Estado y el máximo representante de la nación española.
"Durante estos 39 años, el Rey ha desempeñado sus altas funciones constitucionales de forma decidida y entregada, tanto dentro de nuestras fronteras como en el ámbito internacional, contribuyendo de forma decisiva a que España sea un actor importante y respetado en el concierto de las naciones", afirma.
"Y esta labor --precisa-- no ha sido siempre fácil. En los momentos en que el nuevo marco de convivencia se vio en peligro, la intervención del Rey al servicio de los españoles y de su democracia fue decisiva, asegurando los cimientos de libertad y concordia sobre los que se erigió el nuevo Estado social y democrático de Derecho".
En esta declaración, el Gobierno expresa públicamente su "lealtad, afecto y gratitud" a los Reyes, Don Juan Carlos y Doña Sofía, por "su entrega y dedicación a España y a los españoles durante su reinado".
Y también se muestra convencido de que "la formación, carácter, experiencia y vocación de servicio a España" del Príncipe Felipe le permitirán desempeñar "adecuadamente" sus funciones al servicio de España y "fortalecer" la Monarquía parlamentaria, "que la Constitución proclama como garantía de la unidad, progreso, concordia y bienestar de todos los españoles".