Hollande, tras la debacle del 25-M: "Mi deber es reformar Francia y reorientar Europa"
Máxima expectación en Francia por las palabras de François Hollande tras las elecciones europeas. El presidente galo ha reconocido que la realidad de los resultados de los comicios europeos en su país "es dolorosa", y que frente a ella su deber es "reformar Francia y reorientar Europa" para establecer como prioridad "el crecimiento, el empleo y la inversión".
"Europa se ha hecho ilegible, lejana" e "incluso incomprensible para los Estados. Eso no puede continuar. Europa debe ser simple, clara para ser eficaz", concentrarse en las prioridades y "retirarse donde no se la espera", ha dicho Hollande.
En un mensaje grabado y emitido por televisión en el horario de los telediarios de máxima audiencia, el presidente francés ha considerado que el triunfo del ultraderechista Frente Nacional, que por primera vez en su historia fue el partido más votado del país con un 25% de los votos, es responsabilidad de Europa, de los partidos de gobierno y de la política.
"Es una desconfianza hacia Europa, que inquieta más que protege, una desconfianza hacia los partidos de gobierno, tanto de la mayoría como de la oposición, una desconfianza hacia la política que tras tantos años de crisis (...) todavía se esperan los resultados", ha argumentado.
"LA AUSTERIDAD HA DESALENTADO A LOS PUEBLOS"
Ha reconocido que Europa desde hace dos años ha conseguido "superar la crisis de la zona euro, pero a qué precio: la austeridad que ha terminado por desalentar a los pueblos", señaló.
Por ello ha anunciado que "no más tarde que mañana (en alusión directa al Consejo Europeo programado en Bruselas) reafirmaré que la prioridad es el crecimiento, el empleo, la inversión".
"Europa -ha subrayado- debe preparar el futuro, las nuevas tecnologías, la transición energética, su propia defensa. Debe proteger sus fronteras, sus intereses, sus valores, su cultura. Ése debe ser el mandato para la próxima Comisión" que sea elegida por el Parlamento Europeo salido de las urnas.
El presidente francés ha reafirmado que no se va a desviar del giro político del Gobierno que nombró hace dos meses tras el revés electoral que sufrió su partido en los comicios municipales, con Manuel Valls como primer ministro, que está aplicando medidas de ajuste.
Lo ha justificado porque "para hablar con una voz fuerte, Francia debe ser fuerte" y en los últimos diez años se ha debilitado por el deterioro de la competitividad de sus empresas, de su balanza exterior y el aumento de su deuda pública.