Pablo Iglesias (Podemos): "Falta gente joven y sobra casta política y económica"
Pablo Iglesias Turrión (Madrid, 1978) ya no un desconocido para casi nadie. Su rostro se ha colado en las principales tertulias políticas y su formación, Podemos, con la que se presenta como candidato para las próximas elecciones europeas, figura entre los partidos que podrían lograr representación parlamentaria. Según el último barómetro del CIS, el día 25 de mayo la formación obtendría un escaño, por delante de otras candidaturas como Ciudadanos, Primavera Europea o VOX.
¿Ya se ven en Bruselas?
Sí, sin duda. Todas las encuestas nos meten dentro, pero no nos conformamos ni con uno ni con dos ni con tres [escaños]. Las urnas están abiertas, pensamos que se está produciendo un movimiento frente al bipartidismo y que el día 25 muchos se van a llevar una sorpresa. En cualquier caso, ni la final de la Champions y ni la de la Liga la va a decidir ninguna encuesta. Nosotros vamos a jugar el partido y vamos a jugar hasta el final, no con la intención de meter el gol de la honra o empatar, sino a por todas y ya veremos lo que pasa.
En su programa hablan de “construir la democracia”, ¿por dónde se empieza?
Por la economía. Si no está sometida a la democracia –la economía es la que determina las condiciones de posibilidad de la dignidad de la gente–, es imposible que la haya. Por eso decimos que lo primero que tiene que haber es una auditoría de la deuda, porque no puede ser que la gente tenga que pagar la deuda de los bancos. Tiene que haber una reforma fiscal para que paguen los ricos,. Es escandaloso el porcentaje del PIB que representa, según los técnicos de Hacienda, el fraude fiscal. Hay que prohibir el secreto bancario y los paraísos fiscales. Las empresas que cotizan en paraísos fiscales están defraudando a los ciudadanos y no pagan impuestos, y eso se traduce en que se cierran hospitales y se cierran escuelas. Hay que recuperar la soberanía, no puede ser que la señora Merkel haga una llamada al PP y al PSOE y cambien el artículo 135 de la Constitución sin consultar a los ciudadanos, asumiendo que el pago de la deuda tiene prioridad sobre la dignidad de la gente. Ser medalla de plata en malnutrición infantil en Europa es una vergüenza. Seis millones de parados, de los cuales más de millón y medio no tienen ninguna prestación... Para nosotros es fundamental democratizar la economía.
¿Cómo se pueden llevar a cabo estos cambios en una Europa que construye todo tan lentamente?
"Sin duda, nos vemos en Bruselas"
Lo primero que hay que decir en Europa es que no queremos ser una colonia ni de Alemania, ni del Banco Central Europeo, ni del Fondo Monetario Internacional. Queremos dignidad, no queremos un país que oferte mano de obra barata y en el que tengamos que servir cañas y tapas a los que vienen del norte. No queremos un país en el que nuestros jóvenes más cualificados se vean obligados a emigrar. Es una vergüenza la institucionalidad europea que se ha construido al servicio de los poderes financieros. Mario Draghi, que preside el BCE, no se nos olvida que era el representante en Europa de Goldman Sachs y asesoró a Lucas Papademos, presidente del Banco Central de Grecia, para que falseara la contabilidad. Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea, no sólo era el artífice del colapso económico portugués, sino que fue el hombre de ‘la foto de la vergüenza de Las Azores’ con Blair, Bush y Aznar. Fue Blair quien le propuso como presidente de la Comisión. Juncker, a quien proponen los conservadores para presidir la Comisión, fue quien llamó a Papandreu, presidente de Grecia, para decirle que le parecía desleal someter a referéndum las condiciones del rescate. Es una llamada propia de Vito Corleone. Con instituciones al servicio de los bancos con un Parlamento europeo sin apenas competencias se está construyendo una Europa no democrática y queremos apostar por otra Europa. Tenemos dignidad y queremos someter los poderes financieros al control de la gente y de la democracia.
Con la elección directa del presidente de la Comisión, ¿no cambia eso?
Nosotros vamos a votar a Alexis Tsipras para presidente de la Comisión Europea. Pensamos que es un buen momento para, con otros europeos del sur, aprovechar que el Parlamento Europeo vaya a tener más competencias para llevar la voz de los ciudadanos europeos del sur a la Eurocámara. Lo que está claro es que la casta política dominante, que por desgracia no son carteros de los ciudadanos, que es lo que deberían ser y no mayordomos de los bancos, forman parte del problema. La democracia no puede ser elegir entre lo mismo y lo mismo. La prueba la tenemos en Alemania, donde el SPD gobierna con la CDU, o en Francia, donde Hollande está aplicando las mismas políticas que Sarkozy. En nuestro país PP y PSOE cambiaron la Constitución y han votado juntos el 70% de las mociones en el Parlamento Europeo. Y tanto Cañete como Felipe González reconocían la posibilidad de un Gobierno de concentración. Eso no es democrático. Se ha demostrado que con las políticas de ajuste se está empobreciendo más a los ciudadanos. Se está haciendo lo mismo que en Grecia. Nosotros decimos que la democracia es poder elegir otra cosa, porque nuestra casta ha demostrado que, más allá de que sean unos corruptos, además son inútiles.
Hábleme de empleo, ¿cómo se puede salir del pozo de desempleo en el que ha entrado Europa y, particularmente, España?
Haciendo lo contrario de lo que se está haciendo. Desde los años 30 se sabe que de las crisis no se sale empobreciendo más a la gente, sino haciendo lo contrario. Si las entidades financieras no facilitan el crédito a las familias y las pequeñas y medianas empresas, se destruye la capacidad de consumo y cierran las empresas que son las que generan empleo. Y la gente normal no tiene dinero para consumir. Nosotros pedimos políticas de agregación de la demanda, que implica que no se puede empobrecer más a la gente, sino que hay que rescatarla y aumentar la capacidad de la gente para comprar. Algunos dirán que no hay dinero, ¡claro que hay dinero! Con una reforma fiscal se consigue dinero. Con una auditoría de la deuda, claro que se puede gastar el Estado el dinero en otra cosa. El problema es que la casta política y económica que nos gobierna nos está llevando al desastre. Hay que apostar por gente que trabaja, por los autónomos, por las pymes. Las administraciones públicas han de estar al servicio de la reactivación de la economía a partir de una política fiscal redistributiva justa, en lugar de rescatar a las entidades financieras que son responsables de un modelo productivo fundamentado en pelotazos urbanísticos y burbujas inmobiliarias, al tiempo que se ha privatizado lo público y destruido la industria de nuestro país.
Una de las consecuencias de la crisis, al margen del paro, son los recortes en servicios sociales y, particularmente, en Educación y Sanidad. ¿Es una línea roja para ustedes?
Evidentemente, la base fundamental de la democracia son los servicios sociales. No se puede decir que existe democracia cuando hay gente a la que no atienden en un hospital o cuando ir a la universidad se convierte en un privilegio de quien puede pagarlo. Esos derechos sociales han sido producto del trabajo y las luchas durante muchísimos años y no podemos aceptar que nos lo roben para hacer ricos a sus amigos. Lo que está detrás de la ‘trama Gürtel’ es, en última instancia, hacer contratos administrativos fraudulentos para hacer que se forren esos burócratas que están muy cerca del poder mediante las privatizaciones. Privatizar es coger lo que era de la gente y entregárselo a una minoría de sinvergüenzas. Defender la democracia es defender la titularidad de los servicios públicos. Ponerse enfermo o hacerse mayor no es rentable, y no es aceptable que alguien se dedique a forrarse de pasta a costa de la salud de los ciudadanos. Una democracia se diferencia de las dictaduras en que las instituciones públicas defienden a sus ciudadanos.
Pero en época de ajustes económicos, ¿cómo se pueden proteger estos servicios?
"Hay que democratizar la economía"
No puede ser que hayamos pasado de una deuda que equivalía al 30% del PIB a una del 100% del PIB a base de rescatar a las entidades financieras. Sarkozy decía que había que reformar el capitalismo porque el sector financiero se había portado muy mal. Pues habrá que sentarles en el banquillo y hacer reformas para que los ricos paguen impuestos y quitarles de las manos algo tan importante como el sector financiero. La Constitución habilita para la intervención pública, porque no puede ser que el crédito esté en manos de multimillonarios. Son ellos los que siguen estando de maravilla, aumentan sus privilegios y siguen en consejos de administración. ¿Cómo se le puede explicar a los ciudadanos que el señor Blesa esté libre? ¿O que Rato siga forrado en consejos de administración? ¿Cómo explicar que Aznar gane 20 veces más de lo que ganaba cuando era presidente del Gobierno? ¿Cómo se puede explicar que Salgado esté en el consejo de Endesa o González en el de Gas Natural, que son empresas que han llevado a cabo prácticas oligopólicas haciendo que a muchos ciudadanos les hayan cortado la luz o la calefacción? Hay que ir a por ellos y reformar el Código Penal para que sea delito la evasión de capitales o intentar no tributar en España o no pagar impuestos. Un gobierno puede decidir si quiere más antidisturbios o más inspectores de Hacienda. Está claro a qué intereses sirven gobiernos como el del PSOE o el del PP, que nos llevan al desastre.
Sobre políticas concretas europeas, ¿qué opinión le merece el Tratado de Libre Comercio con EEUU?
Es una manera de atentar contra la soberanía europea. Decía un primer ministro de Luxemburgo que Europa es un gigante económico, un enano político y un gusano militar. No paran de haber ejemplos de esa falta de soberanía de Europa que ha construido una institucionalidad mínima con sueldos de escándalo. La relación con Estados Unidos genera un modelo de relaciones que no favorece nada a los trabajadores y a los pueblos europeos. Hay que apostar por Europa construyendo una institucionalidad a favor de los ciudadanos que proteja a los trabajadores y productores europeos. Ya está bien que seamos el terreno de juego de potencias exteriores como vemos en Ucrania.
¿Qué le parece el papel de Europa en ese país?
Hemos tenido que ver el elemento vergonzante de ver a dirigentes europeos apoyando a neonazis en Kiev y que, en última instancia, Europa sea un actor menor en un conflicto entre dos superpotencias, Rusia y EEUU. Hay una inexistencia de la política exterior europea y, cuando se producen los gestos, son poco menos que para apoyar a grupos neonazis ucranianos. Como europeo siento vergüenza de que no haya una política exterior seria que apueste por la defensa de la democracia, de la sociedad civil y del derecho de los ciudadanos, se sientan rusos o ucranianos, a decidir su futuro.
Hace unos días veíamos cómo otros 200 inmigrantes se ahogaban frente a las costas italianas. El ministro del Interior italiano dijo que Italia se encargaba de recibir a los muertos y pedía a la UE que se encargase de recibir a los vivos. ¿Cree que Europa se está haciendo cargo? ¿Qué proponen ustedes?
Es una vergüenza. En España el problema fundamental no es la inmigración sino la emigración. Se han ido 400.000 personas en el último año. Tenemos una población activa cada vez menor, que pone en riesgo la sostenibilidad del sistema de pensiones. Hace falta gente joven que se ponga a trabajar, lo que sobra es casta política y económica. Y lo que está ocurriendo en las fronteras es una vergüenza para cualquier demócrata europeo, que se trate a seres humanos como si fueran ganado. Las concertinas, las balas de goma, los centros de detención para personas cuyo único delito es no tener un papel. Hemos propuesto una batería de medidas en la directiva Villarejo donde se especifica que tiene que haber procedimientos administrativos democráticos cuando una persona trata de aspirar a una vida mejor. Lo que estamos viendo tiene que humillar el honor de un demócrata.
De cara a las elecciones, ¿Teme que la abstención pueda favorecer a los partidos mayoritarios? ¿Cómo animaría a los ciudadanos a votar?
"La democracia no puede ser elegir entre lo mismo y lo mismo"
Seguramente la abstención no ayude a los grandes partidos y sea una prueba enorme de la desafección. La gente más preocupada políticamente votará a opciones alternativas. Es muy importante que la gente entienda que la política es muy importante como para dejarlas en manos de los partidos y de la casta política. Determina que alguien pueda llevar a su madre al hospital o a su hijo a la escuela. Es importante intervenir, no sólo votando, sino también movilizándose y organizando espacios de participación popular en pueblos y barrios. En todo caso, es normal que se produzcan niveles de abstención alta que revelan la enorme desafección política que existe. La gente entiende que los grandes partidos son todos iguales. Algo está cambiando. Estamos viendo cómo se llenan nuestros mítines y estamos impresionados con la participación en las primarias. Cada vez hay más gente que comprende que no podemos dejar la política en manos de esta casta.
Pese a todo, respecto a su partido han surgido críticas por el excesivo uso de su rostro como imagen de Podemos, ¿qué tiene que decir?
Son lógicas esas críticas y las comparto en buena medida. No es agradable en lo personal esa sobreexposición mediática tan grande y que mi rostro sea un medio de comunicación política. Pero eso revela que competimos en condiciones de desventaja. El PP y el PSOE tienen millones y millones de euros para preparar su campaña. Nosotros apenas hemos tenido 100.000 euros obtenidos del crowfunding. Los compañeros me decían, mira, te conoce mucha gente porque sales en programas de televisión y si hemos decidido concurrir a esto hemos de ser serios. Hay mucha gente que te conoce a ti y que no conoce la candidatura y hemos de usar todos los elementos que sirvan para darnos a conocer. Precisamente porque cabe la posibilidad de construir nuevos protagonismos desde abajo y que podamos aspirar a un protagonismo mucho más coral. Lo entiendo perfectamente, jamás imaginé que mi rostro pueda estar en una papeleta electoral. Los compañeros me lo pidieron y lo entendí. No me resulta cómodo en lo personal, pero si vamos a dar esta pelea la vamos a dar con los dientes apretados para tener un magnífico resultado el día 25.
Defíname en pocas palabras a sus rivales políticos. ¿Arias Cañete?
Cuando yo tenía 4 años, Cañete ya se bajaba de los coches oficiales. Yo sé que a él le gustan tomar los yogures caducados, pero creo que la fecha de caducidad no sólo es importante para los yogures, también para los políticos.
¿Elena Valenciano?
Dijo que dejó de estudiar dos carreras universitarias porque se aburría. Yo tengo estudiantes que tienen que dejar la carrera porque no pueden pagar la matrícula.
Ella nos dijo en una entrevista que cenaría con usted sin problemas…
Ah, por supuesto que sí. Eso sí, cada uno nos pagamos nuestro menú.
¿Willy Meyer?
Un hombre que ha hecho un trabajo muy interesante en el Parlamento Europeo por el que siento un gran respeto.
¿Sosa Wagner?
No le conozco mucho, no sabría hacer un juicio de valor.
¿VIdal Quadras?
Un hombre por el que tengo un gran respeto intelectual a pesar de las enormes diferencias.
¿Elpidio Silva?
Ha sido víctima de una injusticia.
¿Jean Claude Juncker?
Casta política, más de lo mismo.
¿Martin Schulz?
Exactamente lo mismo.
¿Alexis Tsipras?
La esperanza.
¿Cómo lleva la campaña a estas alturas?
"No sólo caducan los yogures, también los políticos"
Muy cansado, pero ilusionado. Hay mucha gente que pensaba votar al PSOE que nos dice ‘vosotros sois algo que me ha devuelto la esperanza’. Estamos impresionados con la presencia en los mítines. Se acercaba gente que hace años no pensábamos, policías nacionales y militares felicitándonos y diciéndonos que somos otra cosa. Eso es revelador.