Un trineo movido por el viento atravesará Groenlandia en mayo
El próximo 5 de mayo comienza la 'Circunnavegación de Groenlandia'. Por primera vez en la historia, seis exploradores atravesarán la superficie helada de Groenlandia a bordo del Trineo de viento, un aparato móvil eólico desarrollado por el promotor de la expedición, Ramón Larramendi. La travesía, que empezará en las cercanías de la localidad de Kangerlussuaq, al sur de la isla, será de 5.000 kilómetros y durará 45 días.
El investigador polar presentó este martes 22 de abril en el Real Observatorio de Madrid el vehículo que él y los otros exploradores utilizarán durante la travesía. Se trata del octavo prototipo de un trineo capaz de desplazarse a unos 50 kilómetros por hora impulsado únicamente por la fuerza del viento gracias a una cometa que lo arrastra.
En la expedición Ramón Larramendi irá acompañado de los ingenieros españoles Manuel Olivera y Eusebio Beamonte, además del geólogo y piloto Juan Manuel Viu, encargado de la coordinación logística. Asimismo, la danesa Karin Moe Bojsen y el groenlandés Hugo Svensson.
Menos contaminante, más barato y más ligero
"El objetivo de la expedición es comprobar la eficacia del Trineo de Viento como vehículo sostenible, de fácil manejo y económico para la investigación en los territorios polares, ecosistemas de gran fragilidad en los que hoy se mueven miles de científicos de todo el mundo dejando su huella ecológica", ha destacado Larramendi.
Este trineo es una alternativa totalmente limpia ya que se ha desarrollado a partir de la tecnología tradicional de los pueblos inuit (habitantes de Groenlandia), que consiste en anudar los diferentes listones de madera de fresno o fibra de vidrio formando usa superficie deslizante. "La verdadera fuerza del trineo es su absoluta y extrema simplicidad", ha explicado Larramendi. Gracias a la flexibilidad de las cuerdas y los travesaños, es capaz de superar obstáculos de hasta un metro de altura sin romperse, y en caso de que eso ocurriese, la reparación sería muy simple.
Una tienda de pilotaje, un almacén y una tercera tienda habitable son los tres espacios equipados con placas solares que hacen de este tipo de expedición una alternativa más económica que las tradicionales, con un coste previsto de 60.000 euros frente a los "varios millones" que se suelen gastar para este tipo de proyectos.
En la rueda de prensa, Juan Manuel Viu también ha explicado que mientras el Trineo de viento se desplaza gracias a energía eólica y solar, otros vehículos científicos suelen dedicar un 40 % de su peso y volumen al transporte de combustible.
La expedición llevará a cabo tres proyectos científicos del Instituto Pirenaico de Ecología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) : monitorizar la temperatura y la humedad relativa para trabajar sobre los modelos climáticos en Groenlandia, medir el manto de nieve y calcular la radiactividad ambiental en instalaciones militares abandonadas. Según el Panel de Expertos de Cambio Climático de la ONU (IPCC), España será uno de los países de Europa que más sufrirá con el calentamiento y, sin embargo, no cuenta con ninguna instalación científica propia en el Ártico.
Los retos de la expedición
En vísperas de la partida, Larramendi ha confesado sentirse frente a un "triple desafío": las temperaturas extremas, de unos 40 grados bajo cero, las posibles rachas de viento de hasta 150 kilómetros por hora y el reto de poner en marcha el trineo por primera vez en esta aventura.
"Además del componente de incógnita que conlleva el viaje encontramos el desafío de que, a pesar de los más de 15 años de trabajo, el desarrollo técnico llevado a cabo no se ha podido poner en marcha antes; no sirve probarlo en Finlandia o en los Pirineos y ésta será la primera vez".