El Gobierno de Ucrania amenaza con disparar a los prorrusos si no deponen las armas
O los activistas prorrusos dejan las armas y abandonan la sede del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) en la ciudad de Lugansk, o las fuerzas especiales recibirán órdenes de disparar.
Esa es la advertencia del jefe adjunto del Gabinete de la Presidencia de Ucrania, Andréi Sénchenko: "Si en las próximas horas, hasta el término del día de hoy, las personas armadas que se encuentran dentro del edificio del SBU no toman conciencia de lo que puede ocurrir, habrá que lanzar un asalto".
El alto cargo ha tildado de "terroristas" a los activistas porque, asegura, "se convirtieron en terroristas cuando tomaron rehenes y colocaron minas". Ayer liberaron a 56 personas retenidas desde el domingo por los ocupantes de la sede del SBU.
Para Senchenko, esta ocupación es una maniobra de la inteligencia militar rusa. Senchenko comentó que, a diferencia de Lugansk, la situación en Donetsk, otra ciudad el sureste del país de mayoría rusohablante, se ha estabilizado, pese a que la sede del Gobierno regional continúa en manos de activistas prorrusos.
El presidente interino de Ucrania, Alexandr Turchínov, prometió este jueves no perseguir judicialmente a los manifestantes prorrusos que depongan las armas y abandonen los edificios que ocupan. "Garantizamos que no habrá persecución judicial contra quienes entreguen las armas y abandonen los edificios", dijo Turchínov en una intervención en la Rada Suprema.
"Si la gente entrega las armas y desocupa los edificios administrativos no hay necesidad de adoptar una ley de amnistía", subrayó. Turchínov respondió así a la exigencia del grupo parlamentario del Partido de las Regiones de aprobar una amnistía para los participantes en las protestas en el sureste de país, de mayoría rusohablante.