El alcalde de Roma, ante Ana Botella: "Como demócrata, no voy a limitar las manifestaciones"
Delante de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que planteó "proteger una serie de entornos" de las manifestaciones en la capital, el regidor de Roma, Ignazio Marino, ha asegurado que él, "como demócrata de corazón y de cerebro", no piensa limitar las protestas en su ciudad.
Marino, al que ha presentado la propia Botella durante un desayuno informativo celebrado en Madrid, ha explicado que decidió no mantener una ordenanza de su antecesor que sí limitó las protestas en la ciudad.
"Una capital tiene necesidad de contar con recursos (económicos) añadidos, pero es justamente allí donde la ciudadanía debe poder manifestar su disconformidad", ha argumentado.
Marino ha explicado que en Roma han "inaugurado una forma diferente de actuar, un diálogo con quien quiere manifestarse y también con quienes deciden hacer huelga, por ejemplo en el transporte público", que ha confesado que "es difícil' pero que "hasta ahora ha funcionado" con su implicación directa.
LA PROPUESTA DE BOTELLA
El pasado 26 de marzo, Botella defendió limitar las limitaciones en Madrid para que no afectaran a entornos artísticos e históricos, zonas de gran afluencia turística y ejes estratégicos de transporte. Dos días después matizó que se refería a "entornos, que no bienes".
La propuesta de Botella gustó mucho al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien considera "muy atinada" la idea de la alcaldesa de Madrid porque "no existe ningún derecho absoluto". "Por desgracia son continuadas las resoluciones que deniegan las pronunciadas por la Delegación, que en no pocas ocasiones recomienda otro itinerario o fecha para hacer compatibles los derechos de todos", añadió este jueves el ministro.
Sin embargo, un informe de la Abogacía del Estado cuestiona los criterios del Ayuntamiento y asegura que una manifestación legal causa el mismo daño al patrimonio histórico-artístico que el tránsito habitual de personas o vehículos. Según el informe, lo que convendría, en caso de temer por su conservación, sería prohibir el tránsito por esa zona de forma permanente.