Avión de Malasia: Un minisubmarino no tripulado podría buscar los restos
Es pequeño, pero con grandes 'pulmones'. Un grupo de expertos del Instituto Helmholtz de Oceanología de Kiel (norte de Alemania) quieren emprender la búsqueda del avión malasio desaparecido con un minisubmarino no tripulado: su nombre, Abyss.
Según informa la revista Der Spiegel el Abyss es uno de los tres submarinos que existen en el mundo en condiciones de realizar búsquedas hasta a 6.000 metros de profundidad y sus baterías le dan capacidad para sumergirse durante 22 horas.
Los científicos de Kiel quieren cooperar con el Woods-Hole-Institut de EEUU que tiene los otros dos submarinos capaces de efectuar la búsqueda.
"Ya hemos acordado con los colegas estadounidenses que haremos la búsqueda conjuntamente"", declaró a la revista el director del Instituto Helmholtz, Peter Herzing.
En primavera del 2011 el submarino alemán participó en la operación que llevó al hallazgo del AirFrance que se estrelló en el Atlántico.
EN BUSCA DE LOS POSIBLES RESTOS
Mientras continúan las labores de búsqueda. El primer ministro australiano, Tony Abbott, cuyo país coordina la búsqueda del avión malasio, ha asegurado que hay "esperanzas crecientes" de que sea hallado tras la divulgación de imágenes de satélites chinos.
Al comenzar el cuarto día de la búsqueda dirigida por Australia, Abbott dijo en Papúa Nueva Guinea que "se han dado eventos significativos", en las últimas 24 horas en alusión al hallazgo por parte de satélites chinos de objetos, uno de ellos unos 22 metros, a 120 kilómetros al suroeste del punto donde se captaron los primeros.
Cuatro aviones civiles y otros tantos de tipo militar llegaron al área de búsqueda, que se ha ampliado a 59.000 kilómetros cuadrados.
Además, aviones japoneses y chinos llegaron a Australia Occidental para unirse mañana a la misión de localización de los supuestos objetos vinculados al aparato.
El avión de Malaysia Airlines con destino a Pekín desapareció del radar unos 40 minutos después de despegar de Kuala Lumpur el pasado 8 de marzo con 239 personas a bordo y desde entonces no se sabe nada del paradero ni se han encontrado sus restos.
Lo que sí se conoce es que el avión cambió de rumbo y llegó al Estrecho de Malaca, pero nada más con certeza a partir de ahí.
Sus ocupantes eran 153 chinos, 50 malasios (12 forman la tripulación), siete indonesios, seis australianos, cinco indios, cuatro franceses, tres estadounidenses, dos neozelandeses, dos ucranianos, dos canadienses, un ruso, un holandés, un taiwanés y dos iraníes que embarcaron con pasaportes robados a un italiano y un austríaco.