La tregua en Kiev no ha durado ni 12 horas. Los manifestantes antigubernamentales han logrado hacerse de nuevo con el control de parte de la plaza de la Indepencia, el epicentro de las protestas, tras cargar contra la policía entre disparos y humo.
Los nuevos enfrentamientos han dejado decenas de muertos y centenares de heridos, según diversas fuentes médicas, que elevan la cifra de víctimas por encima de las 500. El parte oficial sitúa en 75 el número de víctimas mortales, mientras que los servicios médicos citados por varias agencias de información internacionales elevan a un centenar esa cifra.
La Policía ha lanzado a primera hora de la mañana granadas aturdidoras contra los manifestantes, que han respondido con fuegos artificiales y otros artefactos y proyectiles. Centenares de opositores han hecho retroceder a las fuerzas antidisturbios que rodeaban la plaza.
Los agentes han respondido disparando con Kalashnikovs y munición real, tal y como ha confirmado el ministro del Interior, que fue quien ordenó la entrega de este material bélico.
Sin embargo, los opositores han logrado apresar a 67 agentes de las fuerzas de seguridad.
El nuevo estallido de violencia se ha producido poco después de que el Ministerio del Interior denunciara que un francotirador apostado en los altos de un edificio situado junto a la plaza había herido a más de veinte efectivos de las fuerzas de seguridad.
Los ministros de Exteriores de Polonia, Francia y Alemania se han reunido durante cinco horas con el presidente ucraniano Víktor Yanúkovich. Éste les ha trasladado su oferta de acuerdo para resolver el conflicto, que los ministros llevarán ahora a los líderes opositores con los que se reunirán en la embajada de la UE en Kiev.