Matteo Renzi acepta "con reservas" el encargo de formar Gobierno en Italia
El presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, ha encargado al líder del Partido Democrático, Matteo Renzi, la formación del nuevo Gobierno de Italia, lo que convertirá a este último en el primer ministro más joven de la historia y en el tercero que de forma consecutiva ocupa el puesto sin haber sido elegido en las urnas.
Renzi, de 39 años, aceptó "con reservas" el encargo, informó la presidencia de la República. Esto significa que Renzi se tomará un tiempo para hacer sus consultas con las otras fuerzas políticas que entrarán en la coalición y posteriormente acudirá de nuevo ante el presidente de la República para dar su respuesta definitiva.
[CLAVES PARA ENTENDER LA CRISIS ITALIANA]
El presidente del Gobierno y sus ministros tendrán después que acudir al Quirinale, sede de la Jefatura de Estado, para jurar sobre la Constitución en presencia de Napolitano.
Después llegará la fase más delicada para cualquier Gobierno, haya o no haya salido de las urnas: el voto del Parlamento.
LOS TRES PILARES DE SU PROGRAMA
Renzi prepara ya el programa de Gobierno para convencer a sus futuros aliados basado en tres puntos principales: la ley electoral, la creación de empleo, y la reducción del coste de la política, y que espera también conquistar a los italianos.
La primera de las prioridades del futuro Gobierno será aprobar la nueva ley electoral, concebida por Renzi y por Silvio Berlusconi, llamada "Italicum" que se inspira en la vigente en España.
Comprende un nuevo sistema de listas cerradas, un premio para la mayoría más votada del 18% adicional, así como una posible segunda vuelta en el caso de que ninguna coalición electoral consiga el 37% de los votos en la primera ronda.
Pero la ley electoral pasa también por algunas reformas constitucionales como la eliminación del actual bicameralismo al convertir el Senado en una verdadero espacio de representación regional, y con una reducción de 315 a 150 miembros, y "todos ellos sin el sueldo".
"El Senado tiene que convertirse en una Cámara de las regiones. Imagino un Senado sin sueldos, de 150 personas. De ellos 108 serían alcaldes de capitales, 21 presidentes de regiones y 21 representantes de la sociedad civil, elegidos periódicamente por el jefe del Estado", explicó Renzi hace algunas semanas.
La reducción del número de senadores y otra serie de recortes al coste de la política, como el control y la devolución de algunos gastos a los parlamentarios, son otras de las prioridades de Renzi.
EL PARO
Sobre el problema del desempleo, el exalcalde de Florencia presentó hace algunas semanas un documento que bautizó como "Jobs Act" y que se inspiraba el nuevo laborismo del exprimer ministro británico Tony Blair.
Entre los puntos principales es la reducción o eliminación de algunos impuestos para aquellas empresas que contraten jóvenes menores de 30 años, pues el desempleo entre los jóvenes de 16 a 25 años toca en Italia 41,6%.
Pero también Renzi prevé disminuir las tasas reflejadas en las nominas de los trabajadores, para que aumente la disponibilidad económica.
Otra idea de Renzi espera introducir el llamado "cheque universal", una ayuda temporal a los que pierdan el trabajo mientras siguen buscándolo y que no existe en Italia.
Otro de los temas claves de la policía de Renzi será la lucha contra la burocracia, de las instituciones o los organismos públicos.