El líder de los rabinos europeos pide a España que se disculpe por la expulsión de los judíos
El presidente de la Conferencia de Rabinos Europeos, Pinchas Goldschmidt, pidió este domingo a España que se disculpe ante el pueblo judío por su expulsión en 1492 en vez de tratar de atraer a los israelíes con su oferta de nacionalidad para quien pueda demostrar orígenes sefardíes.
En un artículo de opinión difundido en el diario digital Ynet, Goldschmidt reclama también que se ofrezca la oportunidad a aquellos que fueron forzados a la conversión a bucear en la historia y hallar sus raíces judías.
"En algunos lugares como Mallorca (Mediterráneo) los descendientes de los Marranos (judeoconversos) aún constituyen un grupo diferenciado llamado Chuetas y viven en un ambiente que, según una encuesta de 2008 de Pew Global Attitudes, es contrario a los judíos", afirmó el autor, que también es el gran rabino de Moscú.
Al hilo de este argumento, Goldschmidt subrayó que "aquellos que descienden de judíos obligados a convertirse deben tener el derecho a descubrir su vínculo con sus antecesores, de la misma manera que muchos de los niños escondidos durante el holocausto en conventos y los judíos asimilados a la fuerza en la Unión Soviética".
"Y creo también que el pueblo judío merece, finalmente, una disculpa. El Gobierno español no se ha disculpado ante los judíos a día de hoy, con el rey Juan Carlos perdiendo una gran oportunidad durante su visita a una sinagoga en 1992", señaló.
"PORTUGAL SE DISCULPÓ"
"Incluso el Gobierno portugués se disculpó hace pocos años", comparó el rabino, para quien el gesto de España de ofrecer la nacionalidad a aquellos que demuestren sus orígenes sefardíes "llega un poco tarde, aunque aún así es encomiable".
Goldschmidt sugiere al Gobierno español que cree un instituto de genealogía que ayuda a los judíos a hallar sus raíces españolas y que introduzca los estudios judaicos en el programa escolar.
Asimismo, pidió que antiguas sinagogas y se usan hoy como museos e iglesias puedan ser dedicados de nuevo al rezo judío, "para así corregir errores históricos", explicó.
"El asunto no es la restitución de la propiedad, algo que podría asustar a las autoridades españolas, de la misma manera que las autoridades turcas temen el reconocimiento del genocidio armenio. La cuestión es principalmente de justicia histórica y moral", añadió