Decenas de miles de ucranios vuelve a la calle para desafiar a su presidente
Policía y manifestantes ucranianos han protagonizado este domingo graves enfrentamientos en la capital de Ucrania, Kiev, al término de una multitudinaria manifestación contra la nueva ley de prohibición de concentraciones aprobada por el Gobierno del presidente Viktor Yanokovich.
Más de 100.000 personas comparecieron a la protesta, que se tornó violenta cuando los manifestantes intentaron entrar en el barrio gubernamental de Kiev, momento en que la Policía comenzó a utilizar gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.
Los manifestantes se han atrincherado detrás de al menos tres autobuses, que han conseguido volcar, y han lanzado piedras y granadas de humo a los agentes, que están respondiendo con porras y bengalas. Hay decenas de heridos.
La masiva convocatoria de este domingo supone un aliciente para la oposición tras el descenso de participación en las últimas marchas contra el Gobierno de Kiev. El motivo ha sido la aprobación prácticamente unilateral efectuada en la cámara de la nueva ley, que según los críticos acerca a Ucrania al estado policial.
Durante la manifestación, varios lideres opositores anunciaron una recogida de firmas para impulsar una moción de censura contra Yanukovich y sus intentos de formar, a su entender, una estructura paralela de poder.
Al frente de la concentración se encontraba el opositor más destacado, el campeón del mundo de boxeo y líder del partido UDAR (Golpe), Vitaly Klitschko, quien acusó al presidente "y a sus secuaces" de intentar "robar el país a la población". "Ucrania está más unida que nunca en su lucha contra el poder, y en su determinación a la hora de impedir la proclamación de una dictadura", ha aseverado Klitschko.
El también líder de oposición y político ultranacionalista Oleh Tyahnibok, tachó la ley de anticonstitucional desde su tribuna en la Plaza de la Independencia de Kiev. "Tenemos el derecho a incumplir estas leyes y tenemos intención de sabotearlas", hizo saber.
EL ORÍGEN, EN NOVIEMBRE
El origen de las protestas tuvo lugar el pasado mes de noviembre tras la sorprendente renuncia del presidente Yanukovich a firmar un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea en favor de un estrechamiento de las relaciones económicas entre la ex república soviética y Rusia.
La normativa, duramente criticada por la Unión Europea, fue respaldada por 235 de los 450 parlamentarios y prohíbe la instalación de tiendas de campaña sin autorizar, escenarios o altavoces en las zonas públicas del país, estableciendo multas de hasta 640 dólares (470 euros) o 15 días de cárcel.
Además, los manifestantes y organizaciones que proporcionen instalaciones o equipamiento para encuentros sin autorizar podrán ser condenados al pago de una multa de 1.275 dólares (937 euros) o enfrentarse a una pena de diez días en prisión.