La fiscal acusa de homicidio a ocho mossos del 'caso Raval'
La fiscal ha atribuido este viernes un delito de homicidio a ocho de los diez mossos d'Esquadra imputados por la muerte durante la detención del empresario Juan Andrés Benítez.
En el escrito presentado en la vista para concretar las imputaciones de los agentes, la fiscal del caso, Elena Contreras, ha considerado que podría tratarse de un delito contra la vida "cuya determinación dolosa o imprudente, dependerá del resultado de las diligencias". En el documento, la fiscal afirma que los ocho mossos expusieron a la víctima "a una situación de peligro innecesaria que podía comprometer su vida", a sabiendas de que no tenía escapatoria.
Contreras ha señalado que ve indicios de que los mossos, "puestos de común acuerdo y con unidad de propósito delictivo", colocaron a la víctima en una "clara situación de riesgo y peligro que podría desembocar en su fallecimiento".
La fiscal ve desproporcionado el número de agentes empleados en la noche del 5 de octubre para reducir a Benítez, la cantidad de golpes que le profirieron porque se los dieron cuando ya estaba tumbado en el suelo, y la "excesiva" duración de la contención.
También apunta en el escrito que, pese a que una ambulancia estaba presente en la calle Aurora desde el momento que en que llegaron los mossos, los agentes no requirieron su intervención hasta que Benítez quedó inconsciente.
En todo caso, la fiscal ha destacado que los ochos agentes menoscabaron en su actuación "la dignidad que como persona tenía el señor Juan Andrés Benítez".
En el caso están imputados dos agentes más:uno por echar una botella de agua sobre el charco de sangre de Benítez supuestamente para borrar la prueba, en lugar de preservarla o hacerle fotos, y otro por preguntar a vecinos por fotos de los hechos, y consentir que las borraran. La defensa ha pedido nuevas diligencias para determinar si el que echó agua en la sangre actúo "para evitar contagio", en cuyo caso hubiera sido necesario.
El abogado de varios mossos imputados, Josep Maria Fuster-Fabra, ha explicado a los medios que han pedido el archivo del caso. En caso de no aceptarse, la defensa ha insistido en pedir nuevas diligencias, como una segunda autopsia localizada esencialmente en el corazón, "para llegar a determinar cuáles fueron las causas de la muerte".
"UN ANIMAL CAZADO Y MUERTO"
El abogado del empresario muerto, David Aineto, ha asegurado que han ampliado los delitos a detención ilegal y falsedad documental, y que en su escrito recoge lo que han transmitido algunos testigos, que tuvieron la sensación de que el hombre era "un animal cazado y muerto".
La abogada de la acusación popular, Laia Serra, considera que los mossos pudieron incurrir en un asesinato o, alternativamente, en homicidio doloso, y en delitos contra la integridad moral y falsedad documental, además de coacciones, obstrucción y encubrimiento.
Serra ha pedido también que declare un nuevo testigo que hasta ahora no ha pasado por el juzgado y que pudo observar toda la actuación de los mossos desde una posición privilegiada.