Kate Moss cumple 40 años sin perder un ápice de su tirón comercial. Y eso, teniendo en cuenta que es una modelo, es mucho.
Nacida en el barrio de Croydon un 16 de enero de 1974, la vida de Moss dio un giro radical al ser descubierta por la fundadora de la agencia Storm, Sarah Doukas, en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York cuando tenía catorce años. Su rostro aniñado y su delgadez extrema hicieron de ella la antítesis de las dueñas de las pasarelas de los 90 como Claudia Schiffer o Cindy Crawford. Moss era la reina del "heroin chic".
Su primera portada en 1990 para la revista "The Face", con catorce años, impulsó un nuevo concepto de belleza. Desde entonces su caché no ha dejado de cobrar nuevas dimensiones y, según la lista de Forbes, es hoy una de las modelos más ricas e influyentes del mundo. La dilatada carrera de Moss abarca multimillonarios contratos para firmas como Chanel, Burberry, Longchamp, Bulgari, Rimmel, Calvin Klein o Mango.
Su trayectoria se ha visto salpicada por más de un escándalo. Acusada de anoréxica, vilipendiada por promover los cuerpos esqueléticos, una de sus frases más polémicas fue: "nada sabe tan bien como la delgadez". Su afición a la juerga ha sido un imán para los "paparazzi", que la han retratado una y otra vez en evidente estado de embriaguez dando trompicones a la salida de locales de moda.
Los tabloides han dado cuenta a lo largo de los años de su historial sentimental, desde el actor estadounidense Johnny Depp a su relación con Jefferson Hack -el director de la revista de tendencias "Dazed & Confused" y padre de su hija, Lila Grace- o el cantante Pete Doherty. En 2011 se casó con el guitarrista Jamie Hince, del grupo The Kills.
Su relación con Doherty, drogadicto confeso, le costó el mayor varapalo profesional de su carrera cuando el Daily Mirror publicó en portada en 2005 unas comprometedoras imágenes suyas supuestamente esnifando cocaína bajo el titular "Cocaine Kate". La controversia motivó que firmas como Chanel o Burberry optaran por rescindir los contratos millonarios que tenían con la modelo, pero resurgió con más fama que nunca y nuevas colaboraciones con Longchamp, Bulgari o Stella McCartney y proyectos como el desfile de Louis Vuitton por Marc Jacobs o un especial de Mario Testino para Vogue.