La juez decreta la libertad sin fianza del cura de Borja
La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Tarazona (Zaragoza), Nieves Pérez, ha decretado la libertad sin fianza del párroco de Borja, Florencio Garcés, que estaba en prisión provisional.
El sacerdote ingresó en la cárcel zaragozana de Zuera el pasado día 4 tras ser imputado por la juez de un delito de apropiación indebida "continuada y agravada" de más de 185.000 euros y otro contra la libertad sexual, a petición de la Fiscalía.
Ahora, la juez ha dictado un auto por el que deja libre al cura, que mantiene, no obstante, la obligación de personarse en el juzgado una vez a la semana, es decir, continúa en las mismas condiciones que tenía el pasado día 1 de diciembre, tras su declaración, según ha informado el abogado que defiende al sacerdote, Enrique Trebolle.
DECLARACIÓN DEL OBISPO
La puesta en libertad del sacerdote se produce el mismo día en que ha ido a declarar ante la juez el obispo de la Diócesis de Tarazona, Eusebio Hernández, quien ha testificado durante cerca de tres horas por este asunto.
Siempre según el abogado del sacerdote, el obispo, en su declaración, ha testificado que la iglesia no se consideraba perjudicada, que no era su deseo interponer ningún tipo de denuncia y que disponían de su propio mecanismo de sanción.
Trebolle supone que "habrá pesado esto" en la decisión de la juez, por la que se muestra "conforme", si bien sigue pensando que no debía de haber ni siquiera ingresado en la cárcel.
OPERACIÓN ESPINO
Fuentes jurídicas han dicho a Efe que la puesta en libertad del sacerdote ha sido a petición del Ministerio Fiscal, si bien no han aclarado si tiene que ver con la declaración del obispo.
En total, se investigan el paradero de más de 185.000 euros, que estaban en una veintena de cuentas de la parroquia de Borja, localidad que se hizo famosa a raíz de una polémica restauración que hizo una pintora local a un eccehomo de una iglesia.
Además del obispo, han declarado como testigos ante la juez otras cuatro personas, entre ellas el vicario de la Diócesis, Esteban Aranaz.
En esta operación, que se llama Espino, habían sido detenidas en Borja por la Guardia Civil otras cinco personas, todas ellas de una misma familia, que fueron puestas en libertad con cargos tras declarar.