Prostitución en Francia: Los diputados franceses aprueban multar a los clientes
Francia multará a los clientes de la prostitución con hasta 1.500 euros.
Los diputados franceses han aprobado la ley presentada por el Partido Socialista galo con 268 votos a favor, 138 en contra y 79 abstenciones. Ahora el texto debe pasar el debate y su posterior aprobación en el Senado antes de entrar en vigor.
La ley, inspirada en la legislación sueca, ha despertado una gran controversia en la sociedad francesa, dividida entre quienes la consideran necesaria para proteger a las mujeres y quienes la creen moralista.
DOS PUNTOS POLÉMICOS
Los dos puntos más polémicos de la ley son la penalización de los clientes y la concesión de un permiso de residencia para las prostitutas extranjeras que decidan dejar el oficio.
Desde la conservadora UMP, su jefe de filas, Christian Jacob, considera que puede tener un "efecto llamada" para la inmigración ilegal.
El ecologista Sergio Coronado también se opone porque cree que la penalización de los clientes hará que las prostitutas ejerzan su profesión de forma clandestina y que esto facilitará el trabajo de las mafias.
Desde el Gobierno, la ministra de Derechos de las Mujeres, Najat Vallaud-Belkacem, impulsora del texto, asegura que en Suecia, donde se multa a los clientes desde 1999, se ha reducido a la mitad la prostitución callejera.
Los defensores del texto alegan que la prostitución "es la última violencia contra las mujeres no reconocida por la ley" y que se busca luchar contra la trata de blancas.
DIVISIÓN EN LA CALLE
En la calle el debate también está caliente. Intelectuales y artistas contrarios a la ley han firmado diversos manifiestos que han sido respondidos por las asociaciones feministas, que consideran la prostitución como "una relación sexual forzada" que "tiene que ser castigada".
"Esta ley protege la libertad sexual, pero la de todos, no solo la de los que tienen una mejor situación económica, también de las que tienen que aceptar prostituirse por motivos económicos", señala la portavoz de la asociación Osez le feminisme, Anne-Cécile Mailsert.
Pero el Sindicato del Trabajo Sexual (STRASS), que agrupa a prostitutas, no lo ve así y lo considera "un ataque al oficio" que "dejará a numerosas mujeres y transexuales en una situación gravísima". "No va a acabar con la prostitución, va a cambiarla, a hacerla más peligrosa. Es lo que ha sucedido en Suecia, donde incluso hay más prostitución, pero ahora ya no se ve", explica Manuela, su portavoz.
Manuela relata la experiencia de compañeras que han tenido que abandonar ese país porque eran obligadas a practicar la prostitución en cruceros fletados por la mafia rusa, "donde no tienen la opción de negarse a nada y la única escapatoria es tirarse al mar".
"Nosotras nos adaptaremos a la situación, pero los proxenetas también lo harán. Que nadie nos venga diciendo que esta ley va a acabar con la prostitución, es una hipocresía", afirma Manuela, que apuesta por un marco similar al suizo, "donde las prostitutas son legales, pagan sus impuestos y tienen sus derechos".
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