Elecciones Chile 2013: Matthei, Bachelet, Ominami y Parisi, los principales aspirantes
Chile celebra este domingo comicios presidenciales y parlamentarios y algunos candidatos aprovechan hasta el último minuto para intentar captar votos de manera encubierta. La principal novedad este año es que por primera vez el voto será voluntario y no obligatorio, como hasta ahora.
Evelyn Matthei, Michelle Bachelet y Marco Enríquez-Ominami son los principales candidatos, aunque las encuestas dan como clara favorita a Bachelet, que ya presidió el país desde 2006 hasta 2010, cuando fue relevada por Sebastián Piñeira.
Aspirante oficialista y candidata de la derecha, se muestra convencida de que obtendrá los votos necesarios para enfrentarse a la ex presidenta y candidata opositora Michelle Bachelet en la segunda vuelta de las elecciones, prevista para el 15 de diciembre.
Matthei, de 60 años, ha presentado una 'hoja de ruta' radicalmente distinta que consiste, según ha insistido a lo largo de la campaña electoral, en dar continuidad a todas las políticas emprendidas por el Gobierno de Piñera, a pesar de que la mayoría han tenido una fuerte contestación social.
Así, ha basado su programa de Gobierno en garantizar el crecimiento económico mediante incentivos a las pequeñas y medianas empresas, con los que pretende crear hasta 600.000 nuevos empleos -al menos dos terceras partes para mujeres- y de aumentar los recursos para las regiones productivas con proyectos energéticos y mineros.
El principal obstáculo de Matthei en la carrera hacia La Moneda es, sin duda, el accidentado modo en que ha llegado a convertirse en la abanderada de la derecha, ya que consiguió la nominación después de que el ex ministro de Economía Pablo Longueira dimitiera sorpresivamente por depresión tras ganar al ex ministro de Defensa Andrés Allamand en unas elecciones primarias que causaron una profunda división en la Alianza. Las encuesta le otorgan el 14% de los votos.
De 62 años, se presenta con la promesa de "cambiar el rostro de Chile" para que el crecimiento económico, ejemplo de toda América Latina, sirva para acabar de una vez por todas con las desigualdades sociales, en un país donde la brecha entre ricos y pobres, lejos de reducirse, se ha acentuado por el inmovilismo político.
Así, ha apostado por una reforma constitucional a fondo con el fin de desprenderse de la Carta Magna heredada del régimen castrense, que, aunque ha sido remendada en democracia, todavía adolece de graves defectos. Su pretensión es incluir un amplio catálogo de derechos fundamentales y crear un sistema electoral realmente representativo.
También ha propuesto otras dos grandes reformas. Por un lado, la educativa, respondiendo al clamor popular por una educación pública, gratuita y de calidad, con la que pretende garantizar el acceso universal a todos los niveles educativos y eliminar progresivamente la financiación y el lucro privados.
Por otro lado, ha pensado una reforma fiscal basada en "que los que más tienen paguen más" y en "un tratamiento similar de las rentas del trabajo y del capital" con la que espera recaudar el equivalente a un tres por ciento del PIB para financiar los 15.000 millones de dólares que necesita para implementar su programa de Gobierno.
A favor de Bachelet juega su promesa de cambio para lograr una sociedad más equitativa, así como la buena gestión económica de su Gobierno, con la que desterró el mito de la izquierda despilfarradora. Si bien, su baza más importante es su carisma, que la llevó a despedirse del cargo con una popularidad del 84 por ciento. Las encuestas le otorgan ahora un 47% de los votos.
"Si se reconoce que Michelle Bachelet copia nuestras ideas, ¿Por qué no votar por el original". Esa es la frase más repetida por el candidato independiente a la Presidencia de Chile Marco Enríquez-Ominami, en referencia al programa de la exmandataria y favorita de las encuestas para gobernar de nuevo.
Convencido de que representa "un cambio valiente, controvertido y transparente", Enríquez Ominami aspira a obtener más votos que Evelyn Matthei y Franco Parisi, los dos postulantes de la derecha, para así poder debatir con Bachelet en una segunda vuelta.
"Mi combate no es Bachelet, sino pasar a segunda vuelta derrotando a Evelyn Mathhei, que está dividida con otro candidato, que es (Franco) Parisi", declaró en entrevista con Efe. Las encuestas le otorgan un 10% de los votos.
El candidato independiente Franco Parisi, que se define como "un profesor de economía que quiere ser presidente", se ha propuesto pasar a segunda vuelta en las próximas elecciones con un discurso crítico con la política tradicional y alejado de los partidos.
Sin un respaldo partidista a sus espaldas, Parisi, de 46 años, ha apostado por una presencia constante en las redes sociales y ha ganado protagonismo en el debate político a raíz de su enfrentamiento con la candidata conservadora Evelyn Matthei.
La exministra le acusó de tener una deuda de 500 millones de pesos (aproximadamente un millones de dólares) por el impago de cotizaciones a la seguridad social y gratificaciones a los trabajadores de dos colegios que administró junto a su hermano Antonino.