June Newton: la continuadora del legado del gran fotógrafo (FOTOS)
"Tengo un amor en mi vida, que es la fotografía. Tú serás el segundo", le dijo Helmut Newton a quien iba a ser su esposa durante más de medio siglo cuando se propuso en matrimonio. "Con él todo era 'Lo tomas o lo dejas' -recuerda ahora ella, también fotógrafa-. Para mí en cambio él era toda mi vida, por encima de mi profesión. Esas cosas pasan". June Newton es una brillante y locuaz dama nonagenaria que desde hace años está al frente de la fundación fotográfica que lleva el nombre de su marido, un proyecto que el alemán no llegó a ver terminado en vida.
Su asombrosa energía le lleva a enfrentarse a la prensa pidiendo más preguntas cuando apenas ha terminado de contestar la anterior. Solo una memoria a veces a la fuga puede parar su incontinencia verbal. Cada seis meses acude a Berlín para presentar la nueva exposición de la Fundación Newton. En esta ocasión, Paris-Berlin. Exhibition Grand Palais 2012, da hasta el mes de mayo un leve giro de tuerca alemán a la gran retrospectiva presentada el año pasado en la capital francesa, con algunas imágenes que se muestran por vez primera.
La exposición, comisariada por su viuda, es la primera recopilación del trabajo del fotógrafo en París, capital de la moda y ciudad en la que el matrimonio vivió durante 25 años. Son más de 200 fotografías en blanco y negro divididas por temáticas, con algunos de los retratos más celebrados de Newton en las más prestigiosas publicaciones mensuales y otros más íntimos. Mientras que de París se dice que es como "una dama esperando", la señora Newton, nacida como June Browne en Australia, opina que Berlín es "una mujer maravillosamente excitante, que siempre está en movimiento y no se preocupa por el dinero". Parece que está hablando de sí misma, teniendo en cuenta que esta fundación no le ha hecho precisamente rica y enfrenta en los últimos años algún que otro rumor de cierre.
Una de las imágenes favoritas de June Newton que se pueden ver en la muestra es un elocuente autorretrato hecho en los ochenta que define su relación. El cuerpo de una modelo desnuda se refleja en un espejo, desvelando así la presencia del fotógrafo como si de un cuadro de Velázquez se tratara. June, sentada junto al espejo y completamente concentrada, también aparece en la imagen gracias a que su marido abre deliberadamente el encuadre.
La fotógrafa reconoce que con él era difícil aburrirse. "Es uno de los artistas más originales que dio el siglo. Soy fan del tipo, que puedo decir...". Define su relación como la de "dos colegas", compañeros de vida que nunca se cansaban de hablar de trabajo porque era su pasión común. Él confiaba en le criterio de ella y ella siempre quedaba sorprendida con las ocurrencias de él. En vez de ser la mujer tras el gran hombre era en realidad la mujer junto al gran hombre. "Un día, mientras preparábamos esta fundación, me dijo: 'Deberías tener tu propia sala' ", explica.
La sala June recoge muchos de los trabajos que ella realizó bajo el seudónimo de Alice Springs, también muy respetados en la profesión, pero ella decide que el espacio esté casi siempre ocupado con exposiciones temporales dedicadas a fotógrafos a los que invita personalmente. ¿Las diferencias entre sus retratos y los de Helmut Newton? "Él manipulaba a la gente, yo solo la fotografiaba", dice sin dudar.