Acto vandálico contra la exposición de fotos gays que había "censurado" la Iglesia en Roma (FOTOS)
De la "censura" de la Iglesia al vandalismo. Cuatro encapuchados irrumpieron el miércoles por la tarde con sprays en la Galleria L’Oper, en Roma, y destrozaron los cuadros expuestos, que pertenecían a la polémica muestra Triálogo.
El Vaticano había amenazado en septiembre con "medidas legales" si se exhibían las fotografías del sevillano Gonzalo Orquín, que mostraban a personas homosexuales besándose en templos y que formaban parte de la muestra.
Ante la amenaza, los cuadros de Orquín permanecían tapados, por lo que no han sufrido ningún daño. Pero la obra peor parada también era de contenido religioso: 'In God we trust', de Mauro Maugliani, que representa a una chica pintada en modo hiperrealista con un hábito de cura.
La galería ha emitido un comunicado en el que explica que los encapuchados "desfiguraron irremediablemente" tres pinturas y después huyeron por las calles del centro histórico de Roma.
"Imagino que el grupo de encapuchados vendría por la publicidad y los blogs que incitaban a la violencia contra mi obra de los besos. Como al llegar no la encontraron, pues han destrozado lo primero que han encontrado. Si no, no me lo explico", asegura Orquín a El Huffington Post.
LA "CENSURA DE LA IGLESIA"
La exposición Triálogo tuvo mucha repercusión porque dos días antes de su inauguración la galería recibió una carta certificada de la Vicaría de Roma diciendo que habría consecuencias legales si se mostraban las imágenes de fotos gays en templos porque "dañaban el sentimiento religioso", según explicó Orquín.
"Las leyes constitucionales italianas salvaguardan los sentimientos religiosos individuales y la función de los lugares de culto", aseguró el portavoz de la Vicaría Claudio Tanturri. Según el Vaticano, "las fotos no son adecuadas y no se ajustan a la espiritualidad del lugar. Ofenden y atentan contra el avance del hombre en el lugar determinado por la expresión de la fe".
Orquín, que se considera "censurado", subraya que con su obra quiso reflejar "un beso delante de dios". "Quedé con amigos en iglesias poco transitadas o vacías e hice las fotos cuando nadie miraba. Yo tampoco soy fotógrafo, así que no tienen gran calidad, pero lo que tiene valor de las imágenes es el gesto", explica.
"Si dios es amor, ¿quién decide qué es amor y qué no y por qué? Si el papa Francisco ha dicho que él no es quién para juzgar a los homosexuales, que se apliquen el cuento", indica el artista.