Una carta de amor escondida en La Alhambra durante 92 años (FOTOS)
La Alhambra esconde en cada esquina historias perdidas para siempre. Pero tras 92 años, la carta de amor que Pepe escribió a su amada Emilia en 1921 ha salido a la luz. Los trabajos de documentación del Museo de la Alhambra la descubrieron el pasado 14 de junio, escondida en el hueco de un artesanado mudéjar de una desaparecida iglesia de Granada.
El equipo de arqueólogos ha explicado a Efe que el trocito de papel ha envejecido en uno de los paños de madera que componían el artesonado mudéjar de la extinta iglesia de San Gil de la ciudad andaluza, almacenados en el museo alhambreño.
La carta, escrita un lunes 29 de agosto, en un papel sencillo y con pobre ortografía, contaba a Emilia que le mandarían con un recadero otra misiva junto a un racimo de uvas dirigido a un tal don Antonio. El autor de la misiva fue Pepe, vecino del municipio alpujarreño de Sorvilán.
"Si el miércoles no las llevara, no hables el jueves al otro que va con uvas (...) Me dirás si recibiste las uvas y que mandarás las cartas con el que lleve las uvas (...) Sin otra cosa por hoy, besos del que te quiere", reza la carta.
La misiva ha descansado, escondida en el recoveco, sin que nada se sepa de sus protagonistas y con un final abierto para que cada cual decida si Emilia leyó aquellas letras, las respondió y cosechó una vida feliz con Pepe. 92 kilómetros separan la desaparecida iglesia de San Gil de la Alpujarra granadina.
Lo que sí han detallado en el Museo de la Alhambra es que la carta nunca colgó del techo de la iglesia de San Gil, un extinto templo ubicado al final de la calle Elvira de Granada que se destruyó a finales del siglo XIX, antes de las letras de Pepe, para albergar el diseño de la Gran Vía y el anchuroso centro de la ciudad.
El personal de la Alhambra seguirá ahora la pista para conocer cada detalle de los lugares que cobijaron los paños de madera del artesonado mudéjar y, con ellos, la carta de amor, cuyo destino se desconoce. "No se expondrá en el museo, ya que carece del valor histórico necesario", han informado fuentes del centro.
No es la primera vez que las misivas de amantes de siglos pasados acaban en las manos de los conservadores de los museos. En Toledo fue descubierta una carta de hace 300 años en una casa en remodelación.