Rajoy: "Me equivoqué al confiar en Bárcenas" (VÍDEOS, TUITS)
La comparecencia del presidente del Gobierno, de 62 minutos de duración, se resume en un tuit, escrito por el equipo del propio Mariano Rajoy en la red social Twitter:
El líder del Ejecutivo ha hecho caso omiso a los más escépticos, aquellos que vaticinaban que Rajoy haría malabarismos para evitar entrar en el fondo del caso Bárcenas, desde el tercer minuto de intervención. Justo lo que ha tardado en pronunciar el apellido de su extesorero, exgerente y exsenador por Cantabria.
Apenas ocho letras que suponen mucho para Rajoy —se ha resistido hasta la extenuación para evitar pronunciarlas— y que no debería tener la más mínima relevancia en una situación normal. Pero Rajoy lo ha dicho y, a partir de entonces, ha entrado de lleno en el presunto caso de corrupción que atenaza a su partido y ha paralizado al Gobierno de España.
El presidente del Gobierno, sí, ha dado explicaciones, aunque no ha despejado muchas de las dudas que existen —ni, previsiblemente, despejará— y ha aprovechado buena parte de su intervención para cargar contra la oposición, especialmente contra Alfredo Pérez Rubalcaba. Para ello se ha valido de la expresión “Fin de la cita”. Previamente recordaba algunas de las frases que el líder de la oposición había pronunciado alguna vez en la cámara y que, escuchadas ahora, exonerarían de cualquier responsabilidad en relación al caso.
Rajoy ha descartado su dimisión ("No", ha dicho tajante en la replica), ha rechazado la moción de censura propuesta por buena parte de los partidos de la oposición (por ser "pueril y causa un daño irreparable") recurriendo incluso a palabras gruesas ("No me amenace", le ha espetado a Rubalcaba) y ha reconocido que fue un error haber confiado en Bárcenas.
La frase la pronunciaba a las 09:27 horas de la mañana del 1 de agosto de 2013:
"Me equivoqué, lo lamento pero fue así. Me equivoqué en mantener la confianza en alguien que ahora sabemos que no la merecía".
Había transcurrido casi media hora de intervención y Rajoy ya había pronunciado el apellido Bárcenas en dos ocasiones.
En una sesión en la que apenas se han producido interrupciones (excepcto por los constantes aplausos de la bancada popular) y los murmullos de la oposición con algunos de los comentarios del presidente del Gobierno, Rajoy ha reconocido que los dirigentes del PP recibieron sobresueldos: "Se han pagado sueldos, sí, se han pagado remuneraciones complementarias, sí, se han pagado anticipos por gastos inherentes al desempeño del cargo, también, como en todas partes. Es de justicia".
PAGOS EN BLANCO
Tras admitir esos pagos, Rajoy ha negado la existencia de una contabilidad B: "Declarar los ingresos privados a Hacienda ya es una responsabilidad personal. Mis declaraciones de la renta y de patrimonio de los últimos 10 años están a la vista de todo el mundo". En el PP, ha asegurado, "se ha pagado en blanco".
La equivocación a la hora de confiar en Bárcenas y el cobro de sobresueldos han sido los únicos reconocimientos por parte de Rajoy. El resto de lo que ha ido filtrando el extesorero del PP es falso, defiende Rajoy: "Ustedes me pueden preguntar si son ciertas las declaraciones de Bárcenas. Yo les digo que no lo son. Aquí se acaba nuestra responsabilidad", ha recalcado, para definirlas de "ingente colección de falsedades, como demostrará la justicia con el tiempo".
Rajoy ha reconocido que creyó en la inocencia de Bárcenas hasta el momento en que, cuatro años después de iniciadas las investigaciones del caso Gürtel, empezaron a llegar los datos que confirmaban la existencia de cuentas millonarias en Suiza no declaradas a Hacienda. Esas cuentas en Suiza además de "revelar una manifiesta deslealtad" con el PP, que había confiado en él y defendido su inocencia, constituía un hecho "ilegal que no admitía dudas", ha dicho.
"Ése ha sido todo mi papel en esta historia. ¿Me equivoqué al confiar en una persona inadecuada? Sí. Cometí el error de creer a un falso inocente, pero no el delito de encubrir a un presunto culpable. ¿Me engañó? Sí. Lo tenía muy fácil. Yo no condeno a nadie de forma preventiva", ha señalado.
SE ACABÓ
El discurso de Rajoy se ha centrado en que es falso todo lo que ha revelado su extesorero y que, en cualquier caso, hay que dejar que trabaje: "Dejemos que los jueces trabajen", ha reclamado.
Una petición que, es consciente, caerá en saco rato. Porque, a su juicio, la oposición se limita a aplaudir las "marrullerías" de Bárcenas: "Dan por bueno, seguro y probado lo que se publica e ignoran lo que se desmiente", se ha quejado, al tiempo que ha criticado la "vocación súbita" de algunos por "convertirse en jueces" y lanzar "condenas sin examen" cuando en el Estado de Derecho "lo razonable es que quien acuse demuestre la culpabilidad".
"Si hubiera que dimitir por cada insidia que se propaga sobre nosotros y renunciar al escaño por cada información tendenciosa que circula, ¿cuántos de ustedes seguirían en la Cámara? ¿Cuántos diputados quedarían hoy aquí?", se ha preguntado, para agregar que su única "obligación" es que las "maledicencias no tengan razón". "Y eso ya lo he cumplido porque no la tienen", ha zanjado.
Rajoy quiere pasar página del caso que marcará su legislatura. Porque, sostiene, todo son falsedades que sólo contribuyen a poner palos en la rueda de la recuperación económica.
Bárcenas tiene la palabra.