El Tribunal Supremo archiva la causa contra Blanco por el 'caso Campeón'
El Tribunal Supremo ha archivado la causa contra el exministro de Fomento José Blanco por un supuesto delito de tráfico de influencias en el denominado 'caso Campeón', según fuentes jurídicas.
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha estimado el recurso de la defensa del exministro del PSOE y, por lo tanto, no pedirá al Congreso el suplicatorio contra Blanco, en una decisión con muy pocos precedentes en el Supremo que deniega la solicitud en ese sentido
El juez instructor del 'caso Campeón', José Ramón Soriano, había propuesto el pasado 7 de junio a la Sala de lo Penal del alto tribunal que tramitara el suplicatorio para juzgar al que fuera 'número dos' de José Luis Rodríguez Zapatero en el partido por este supuesto delito.
El suplicatorio reclamado por el magistrado tenía como fin que Blanco pudiera ser excepcionalmente procesado, ya que al ser diputado por el PSOE dispone de condición de aforado y es necesario ese trámite previo. La decisión adoptada este jueves supone cerrar el caso contra Blanco en el Supremo.
El pasado mes de mayo, Blanco se comprometió a dejar su escaño en el Congreso de los Diputados solo "una vez que concluya la instrucción y si el juez finalmente decide la apertura de juicio oral". "En ese momento haré lo que debo hacer, lo que creo que debo hacer: presentar mi renuncia como diputado", dijo entonces.
LAS RAZONES DEL TRIBUNAL
El escrito conocido este jueves deja sentado desde un comienzo que el instructor solicitaba al tribunal que actuara contra Blanco por un único delito, el de tráfico de influencias.
Este delito habría podido cometerse, según el fiscal y el instructor, porque en diciembre de 2010 un empresario amigo de Blanco, José Antonio Orozco, le pidió al entonces ministro de Fomento que influyera ante el alcalde de Sant Boi, Jaume Bosch, del PSC, para conseguir que le concedieran una licencia para construir una nave.
Ante dicha petición "el aforado solicitó, a través de un secretario de Estado de su ministerio, que un alcalde, que no tiene competencia directa para la concesión de licencias de funcionamiento industrial de naves, recibiera" al empresario, que solicitaba una entrevista para acelerar unos trámites y subsanar unos errores en su expediente, relata en este sentido el auto.
"Estos hechos no son subsumibles en el tipo penal de tráfico de influencias", afirma tras este relato de hechos el Supremo, rechazando de manera rotunda la tesis de fiscal e instructor.
El exministro no ejerció "predominio o fuerza moral" sobre el funcionario responsable y la resolución, finalmente favorable al amigo de Blanco, respondió a "criterios técnicos" y no a ninguna influencia exterior al funcionario responsable.
"Mediar para convenir una entrevista entre un alcalde y un particular que actúa en interés propio de una empresa, sin sugerir ni ofrecer una alteración de la resolución" no es cometer delito de tráfico de influencias, por lo que procede aceptar el recurso de la defensa, dice el Supremo.
RUBALCABA SIEMPRE PUSO "LA MANO EN EL FUEGO" POR BLANCO
Tras conocerse esta decisión, el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha recordado que siempre puso "la mano en el fuego" por el exministro y ha afirmado que ahora el Tribunal Supremo le ha "dado la razón".
El secretario general de los socialistas ha asegurado que se alegra tanto por el exministro como por "su familia", algo en lo que ha insistido en varias ocasiones después de los "muchos meses" en los que ha estado imputado.
También se ha pronunciado sobre esta decisión la 'número dos' del PSOE, Elena Valenciano, quien ha afirmado en Facebook: "Siempre creí en él".