El presidente canario, Paulino Rivero, aboga por restringir los permisos de residencia a extranjeros
El presidente canario, Paulino Rivero, ha pedido al Estado que una regulación "restrictiva" de los permisos de residencia y trabajo para extranjeros porque, argumenta, Canarias ha registrado un aumento de población "desmedido" y no hay recursos para afrontar este crecimiento.
Paulino Rivero afirma este domingo en su blog que esta propuesta coincide con la iniciativa presentada por los grupos parlamentarios que apoyan al Gobierno de Canarias -CC y PSC- para solicitar al Gobierno central que cambie la regulación de ambos permisos para personas procedentes de países extracomunitarios.
De esta forma, añade el presidente, los canarios ejercen una facultad recogida en el Estatuto de Autonomía que permite a la comunidad autónoma elevar propuestas al Estado en materia de residencia y trabajo de extranjeros para demandar que se adopten medidas que ayuden a modular el crecimiento poblacional en las islas.
Rivero precisa que en apenas veinte años la población canaria ha crecido en casi medio millón de personas y puntualiza que no están en discusión las bondades que en muchos los aspectos la inmigración representa, como tampoco lo está la contribución que hacen quienes llegan a las islas procedentes de otros lugares.
Rivero ya abogó en diciembre por limitar la inmigración para reducir el paro porque, en su opinión, defender la articulación de mecanismos para regular el crecimiento poblacional es "un ejercicio de responsabilidad tan razonable como inaplazable", pues el constante incremento de activos -provocado por la inmigración- "seguirá impidiendo que se reduzca los índices de paro".
CARÁCTER INTEGRADOR
"Tampoco genera dudas el carácter integrador de los canarios. Somos cruce de caminos, y sabemos lo que significa empezar de nuevo lejos de casa. Ahora bien, el sentido común y la responsabilidad han invitado, invitan e invitarán a una reflexión sobre la necesidad de articular mecanismos que modulen el crecimiento poblacional", explica.
Rivero pide "reabrir este debate" porque el archipiélago no puede crecer demográficamente de manera indefinida, ya que no hay recursos ni servicios públicos capaces de afrontar un crecimiento excesivo.
Este hecho "es especialmente delicado ahora, en un momento de profunda crisis en el que escasean los puestos de trabajo", detalla Rivero, para quien "paradójicamente y en contra de lo que pudiera pensarse en un principio", la situación económica no ha desanimado la llegada de foráneos a las islas.