Detenidos un millar de manifestantes en una nueva jornada de protestas en Turquía
El ministro del Interior turco, Muammer Güler, ha informado de que se han efectuado 939 detenciones en las más de 90 manifestaciones que se han celebrado este sábado en Turquía para protestar contra la represión de los manifestantes de la plaza Taksim de Estambul.
Mientras que en Estambul las manifestaciones tuvieron lugar en la céntrica plaza de Taksim y el adyacente parque Gezi, en Ankara miles de estudiantes ocuparon la también céntrica plaza de Kizilay, donde decenas de personas resultaron heridas en enfrentamientos con las fuerzas del orden.
En Estambul el objetivo de las protestas era salvar uno de los pocos espacios verdes del centro de la ciudad de la especulación urbanística, pero su desalojo en la madrugada del viernes desencadenó una batalla campal con la policía que duró sin interrupción hasta la media tarde local del sábado.
Barricadas levantadas en las arterias comerciales de la ciudad y el lanzamiento de adoquines, repelidos por chorros de agua a presión y grandes dosis de gases lacrimógenos, mantuvieron en vilo a la población durante toda la noche, bajo el compás de las caceroladas en numerosos barrios.
Aunque el motivo inicial fue salvar el parque, ahora los manifestantes piden la dimisión del Gobierno, al que consideran dictatorial por recurrir a la violencia policial.
Las pintadas que piden la dimisión del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, se han multiplicado en el centro de Estambul y los manifestantes coinciden en que no se trata ya del parque, sino de impedir que el Gobierno actúe sin rendir cuentas a la ciudadanía. El violento desalojo del parque Gezi sólo ha sido la gota que ha colmado el vaso de un largo descontento con el estilo de Gobierno de Erdogan, consideran muchos manifestantes.
Más de 130 personas fueron detenidas y un número no determinado ha resultado herido, sobre todo por el uso de gases lacrimógenos por parte de los antidisturbios.
POR TODO EL PAÍS
Las protestas se han extendido a todo el país, sobre todo a la capital, Ankara, donde se registraron este sábado nuevas marchas de miles de personas que ocuparon la plaza de Kizilay, vetada desde hace 30 años a las manifestaciones políticas.
Unas treinta personas resultaron heridas en los enfrentamientos con la policía, entre ellos una que fue arrollada por un vehículo blindado, informaron las emisoras locales. Horas más tarde, los agentes abandonaron la plaza y la dejaron en manos de los manifestantes.
Tras un discurso del presidente turco, Abdullah Gül, que llamó a la moderación y al diálogo, la policía también se retiró de la plaza Taksim en Estambul, lo que calmó los ánimos, aunque en otros barrios seguían los enfrentamientos.
Al ceder la policía ese espacio, decenas de miles de personas ocuparon la simbólica plaza y el parque, donde algunos activistas destruyeron dos vehículos policiales e incendiaron una caseta que, según ellas, servía de garita a la policía. El ambiente en el parque se convirtió pronto en festivo, acudiendo incluso familias, para celebrar la recuperación del espacio amenazado.
Persiste, sin embargo, la tensión, dado que en sus discursos de hoy Erdogan había prometido continuar el proyecto de reconstrucción de unos barracones otomanos que servirían de centro comercial, lo que implicaría la destrucción al menos parcial del parque.