Otras cosas que calman la ansiedad además de "poner una vela"
Un polémico reportaje en el telediario de TVE este martes afirmó que "acercarse a un altar puede calmar la ansiedad de no tener trabajo o por el temor a perderlo", al hilo del aumento de visitas a un santo y de ventas de velas en una cerería. De ahí a que rezar sea un remedio contra la ansiedad hay un trecho (y mucha ciencia), como explican los psicólogos consultas por El Huffington Post.
El propio psicólogo que aparecía en el citado reportaje de TVE, Guillermo Mattioli, presidente de la Sección de Psicología Clínica y de la Salud en Colegio Oficial de Psicólogos de Cataluña, señala que se trata de un malentendido "derivado de una selección muy sesgada, como si yo hubiera recomendado que rezar ayuda a encontrar trabajo, lo que es un absurdo desde el punto de vista lógico, aunque un creyente pueda considerarlo así".
Mattioli apareció en el reportaje afirmando que "ceremonia de poner una vela o hincar la rodilla o hacer una plegaria tiene un efecto retroactivo". Lo matiza en respuesta a un cuestionario de The HuffPost: "A la fe no se llega por el conocimiento, o se tiene o no se tiene. Por eso la fe incluye una paradoja circular: sólo puede consolar al que ya está consolado o que es consolable por el hecho mismo de tener fe(...) Por eso rezar hace bien al creyente. Constituye una acción, una práctica, una ceremonia, que resulta retrospectivamente confortante para quien la práctica".
Es decir, rezar puede funcionar como un elemento más de relajación. “Hay rituales que pueden tener un efecto [para mitigar la ansiedad]. Te puede relajar rezar o escuchar mantras budistas o una música que te traslada a los momentos buenos de tu vida. Yo pregunto a mis pacientes si son creyentes porque puede ser una herramienta más, si con ello consiguen aumentar su confianza”, explica por teléfono la psicóloga María José Alemany.
¿CÓMO TRATAR LA ANSIEDAD?
“Hay ejercicios de respiración muy sencillos y que tienen un efecto muy positivo. Herramientas como la de respirar en una bolsa de papel puede ser un buen ansiolítico para salir de una crisis de ansiedad en un momento puntual”, añade esta psicóloga, que en su consulta privada ha realizado tarifas para desempleados en Cartagena (Murcia).
También considera esencial que el paciente conozca los recursos sobre los que puede hacer frente a la ansiedad, así como entender qué es la ansiedad en sí misma. Según su experiencia, “hay personas que sólo con explicarles en qué consiste ya se sienten muy aliviadas”.
Otro remedio está en las palabras. “Un pensamiento es química. Cuando compras un antidepresivo te compras algo que va a elevar el nivel de serotonina. Cuando piensas con frases motivamente te estás inyectando serotonina”, comenta la doctora, en relación a la posición de psicólogos como entrenadores motivaciones. “Es preciso aceptar algo para poder cambiarlo y pasar del bloqueo a la motivación, de la frustración a la esperanza”, añade.
MÁS CASOS... Y MÁS CONSUMO DE FÁRMACOS
La crisis económica y social ha generado un aumento de casos de ansiedad, depresión y estrés entre los parados en España, como puso de manifiesto hace meses la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC). No todo el mundo tiene recursos para afrontarlo de la misma manera. En Atención Primaria, según denuncian algunos facultativos, en el primer nivel de asistencia los sanitarios no tienen recursos para poder desarrollar en profundidad, por ejemplo, técnicas de relajación, con lo que tienden a apoyarse en el tratamiento farmacológico. Datos de 2011 ya mostraron un aumentado del consumo de piscofármacos por la crisis.
La ansiedad se somatiza de muchas maneras: hormigueos, mareos, visión borrosa, sudoración, tensión muscular, cambios en el foco de la visión, problemas de concentración, sensación de angustia... "En la consulta lo detectamos de forma solapada, cuando un paciente nos dice que no descansa, que ha perdido el interés por las cosas o tiene dificultad de interacción con su pareja o de comunicarse con sus hijos", indica el doctor Antonio José Madueño, del grupo de salud mental de la semFYC.
Entre las técnicas no farmacológicas, las terapias congnitivo conductuales (como las motivaciones) son las más desarrolladas, según Madueño, que es psicólogo y médico de atención primaria en del Centro de Salud de La Laguna (Cádiz). También cita las técnicas de relajación muscular progresivas o la atención plena, “una occidentalización de la meditación orientan que buca desarrollar la capacidad del individuo para concentrar su mente en ideas concretas como forma de relajarse”. Todas necesitan “entrenamiento”, con atención especializada.
Respecto a las creencias religiosas, Madueño indica que el profesional explora “el nivel de espiritualidad” del paciente. En su opinión, “las creencias que uno tenga a veces ayudan a sobrellevar las situaciones que se estén viviendo”, como sería el caso también de la pérdida de un ser querido.
Mantenerse activo es uno de esos consejos que es fácil de dar pero difícil de aplicar. Buscarse un hobby o encontrar la forma de ocupar el tiempo con alguna actividad “va muy vinculado a los recursos [económicos] de las personas” y además, destaca Madueño, “el escenario no es igual si tienes 35 años que si tienes 55, porque las expectativas de cara al futuro no son las mismas”.
La ansiedad es una emoción que funciona como mecanismo de alerta y sirve para salir de situaciones de emergencia. El problema es cuando aparece un desequilibrio emocional. “Normalmente hay un proceso: primero siendo ansiedad, porque estoy alerta ante una incertidumbre. Si la situación se alarga se pasa a la etapa de frustración que, si se mantiene, aparece la depresión. Una persona que se queda en paro los primeros meses está todavía en estado de alerta. El problema es cuando llega la sensación de indefensión”, dice, por su parte, Alemany.
En este vídeo puedes ver el reportaje en el que el telediario de TVE afirmo que "acercarse a un altar calma la ansiedad que provoca perder un trabajo o no encontrarlo" (minuto 51):