Eyaculación precoz: la mitad de los franceses sufre este trastorno sexual
La eyaculación precoz marca los encuentros sexuales de la mitad de los franceses. Un estudio de OpinionWay difundido por nuestros compañeros de Le HuffPost revela que el 50% de los hombres y el 43% de las mujeres francesas (que han hablado sobre sus compañeros) admiten sufrir eyaculación precoz.
En el ámbito de las relaciones sexuales, parece que cualquier tiempo pasado fue peor, porque la cifra sube hasta el 69% y el 63% respectivamente cuando se evocan los últimos 10 años de vida sexual. El trabajo, realizado en internet por el laboratorio Menarini (que comercializa un fármaco para tratar el problema), se basa en una muestra de 750 hombres y 750 mujeres sexualmente activos.
La eyaculación precoz es el problema sexual más frecuente entre la población masculina francesa, por delante de la disfunción erectil. En España no hay ningún estudio epidemiológico con estadísticas comparables, pero Ignacio Moncada, presidente de la Asociación Española para la Salud Sexual y jefe de Urología del Hospital de la Zarzuela, calcula que el ratio de eyaculadores precoces en general es de un 20%, es decir, uno de cada cinco hombres. La cifra del estudio de Menarini tiene en cuenta tanto a aquellos hombres que tienen un problema de velocidad (eyaculan en menos de un minuto), como a aquellos que tienen un problema de control (eyaculan antes de lo que les gustaría).
MÁS IMPACTO QUE LA DISFUNCIÓN ERECTIL
Si bien la disfunción eréctil está más extendida en España que la eyaculación precoz, el impacto de la segunda en las relaciones en pareja es mayor, como explica Moncada telefónicamente.
Ante la disfunción eréctil, la pareja suele responder con comprensión, mientras que la reacción ante un eyaculador precoz "en lugar de pena, genera rabia". Se contempla al amante como un egoista.
La eyaculación precoz viene acompañada, además, de efectos secundarios que no hacen más que empeorar la situación: vergüenza, problemas de autoestima, culpa, tensiones en la relación de pareja, descenso del deseo sexual.
UN PROBLEMA MÉDICO, CON SOLUCIÓN
"Tiene el inconveniente, además, de que muchos de los afectados no lo consideran una enfermedad, y piensan: Soy un mal amante, tengo un hábito mal aprendido", según explica Moncada, "y prueban soluciones caseras como retardar la eyaculación con alcohol o drogas, lo cual empeora aún más la situación". El doctor insiste: "Se trata de un problema neurobiológico que provoca que el mecanismo de disparo de la eyaculación esté mal reglado". Las mal llamadas causas psicológicas son en realidad consecuencias. "Lo psicológico es secundario, y se trata de ansiedad de ejecución".
Menos de un 15% de los afectados ha acudido a un especialista, según el estudio, y tan solo el 50% se ha atrevido a hablar del problema con su pareja. Dos tercios de los eyaculadores precoces reconocen tambiéns que no saben cómo abordar su problema, y un 67% de hombres junto a un 81% de mujeres concernidos no han hecho ningún intento de buscar información para atajarlo.
Los que se atreven a hablar de su problema y a buscar atención profesional descubren que no están solos. Y sobre todo, que hay soluciones, la más eficaz de ellas, según Moncada, un medicamento que como la Viagra, se toma una hora antes de las relaciones.
Existen también terapias psicológicas conductistas que ayudan, pero son tratamientos largos, costosos y que requieren la participación de la pareja. Al terminarlos, además, se suele dar una recaída, según Moncada.
Los afectados echan mano también de tratamientos caseros, como las cremas o los preservativos con anestesiantes. "No son la solución, son tratamientos para andar por casa", advierte el especialista en urología, que señala un inconveniente nada desdeñable: "Además de insensibilizar el pene, estos productos también anestesian a la pareja". Llegados a ese punto, la relación sexual empieza a perder su sentido.