El PP renuncia a realizar la auditoría externa por las reticencias de las empresas
El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, anunció hace dos meses que iba a ordenar una auditoría externa y otra interna de toda la contabilidad del partido desde que su creación, en 1989. Rajoy quería demostrar de esta forma que las cuentas del PP estaban limpias tras el escándalo provocado por el extesorero Luis Bárcenas. Sin embargo, fuentes de la dirección nacional han confirmado a la agencia Servimedia que, tras más de dos meses de búsqueda, se ha renunciado a la auditoría externa porque ninguna empresa está dispuesta a asumir la tarea.
Los teóricos problemas del PP para encontrar una empresa que auditara sus cuentas ya los anunció la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, quien a finales de febrero aseguró que aún no habían contratado a una empresa para auditar las cuentas del partido porque las empresas con las que habían contactado no querían realizar auditorías a partidos políticos. "Es muy difícil encontrar auditoras que quieran auditar a partidos políticos y quiero que se sepa. Ellos sabrán", dijo.
Según informa Servimedia, el PP asegura que las auditoras se niegan a llevar a cabo el encargo al entender que el Tribunal de Cuentas es el único competente para ello y se basan en una comunicación en el que ese organismo asegura que la fiscalización externa de todas las entidades públicas está encomendada al Tribunal de Cuentas y subraya que "ningún auditor privado, persona física o jurídica, puede fiscalizar ni auditar a ninguna administración pública".
Sin embargo, fuentes de las principales auditoras consultadas por diversos medios apuntan otras causas para explicar su negativa. Explican que las compañías exigían realizar una auditoría forense (revisar los ingresos y pagos originales y no sólo los registrados en libros para detectar y prevenir fraudes) frente a la revisión de cuentas ordinaria que buscan los populares y que se limita a validar formalmente los balances ya presentados. “Lo que el PP quiere no es una auditoría”, aseguró a Vox Pópuli el responsable de una de las firmas.
OFERTA DE LOS TÉCNICOS DE HACIENDA
El mismo día que Cospedal aseguró que el partido tenía problemas para encontrar a una auditora que quisiera trabajar con el PP, los técnicos de Hacienda respondieron y se ofrecieron para auditar a la formación y "esclarecer las dudas" suscitadas en la contabilidad del PP, principalmente "el origen y destino de los supuestos fondos irregulares percibidos, así como los sobresueldos supuestamente recibidos por miembros de la formación política".
Los técnicos exigieron como única condición "el respeto a la independencia y autonomía" de su trabajo y "la colaboración plena del PP". Ello supondría tener acceso a la contabilidad, justificantes y documentación acreditativa, cuentas bancarias, ficheros informáticos, y contar con la autorización para tomar declaraciones a trabajadores y ex altos cargos, así como a los supuestos beneficiarios y directivos de las empresas que pudieran resultar implicadas.
Así pues, la única auditoría a la que se han sometido las cuentas del PP ha sido la interna, cuyo informe presentó la tesorera del partido, Carmen Navarro. En él se decía que la economía del partido estaba "saneada" y que las retribuciones de sus dirigentes habían sido objeto de retención fiscal y debidamente "consignadas en las cuentas".