Cumbre de la UE: Rajoy no avanza en los detalles del rescate y Merkel frena la unión bancaria
Pasadas las tres de la mañana, Mariano Rajoy abandonó la cumbre de la UE “contento” y “satisfecho”. “Lo de hoy ha salido muy razonablemente”, aseguró, alabando los pasos dados por la Unión Europea en su integración económica. Sin embargo, el presidente del Gobierno salió del edifício tan ligero de equipaje como entró. En palabras de Rajoy, referidas al rescate, sobre España no ha habido “nada de nada”.
En cuanto a la recapitalización bancaria, el otro gran asunto de la cumbre y el único oficial, la Unión Europea sólo fue capaz de llegar a un acuerdo descafeinado por una Angela Merkel que no tiene ninguna prisa por arriesgarse a reflotar bancos de otros países. Especialmente no antes de las elecciones de otoño de 2013, en las que quiere ser elegida.
RESCATE: "NADA DE NADA"
Ante la prensa, Rajoy negó que durante la cumbre se discutiese sobre el rescate de la economía española, a través de la intervención en los mercados de deuda del fondo de estabilidad del euro y del Banco Central Europeo. Y eso aunque el presidente de Francia, François Hollande, había revelado horas antes que iba a discutir cómo activar el fondo de rescate con la canciller alemana, Angela Merkel, y su homólogo italiano, Mario Monti. A pesar también de que la canciller había despejado cualquier sombra de duda sobre sus intenciones, en las que ya no cabe ninguna reticencia.
¿Y LAS CONDICIONES?
Los mercados financieros dan por descontado que España pedirá el rescate. El propio Gobierno reconoce estar estudiándolo, por lo que sólo faltan dos elementos por desvelarse: la fecha y las condiciones adicionales. La fecha podría ser muy próxima, ya que las elecciones gallegas y vascas se celebran este domingo. Las condiciones no están nada claras y dependerán de la modalidad que finalmente se escoja para ayudar a España.
En todo caso, Hollande cree que no deberían imponerse nuevos recortes.
Rajoy tiene a Hollande y a Monti de su lado, pero no así a Merkel y a sus aliados finlandeses y holandeses, que en otro terreno se cobraron una revancha que llevaban desde junio preparando.
FRENAZO A LA UNIÓN BANCARIA
Rajoy llegó a Bruselas con la firme intención de que Alemania se comprometiese a cumplir con lo prometido en junio en cuanto a la reestructuración del sector bancario europeo. Entonces, a preguntas de El HuffPost, el presidente aseguró que la recapitalización directa de la banca española sería posible a final de año. “Lo que se dice ahí [en las conclusiones del encuentro]: en el año 2012”, zanjó.
Nada de eso ocurrirá.
El compromiso logrado por los 27 jefes de Gobierno incluye un acuerdo político para la próxima cumbre, que se celebrará en diciembre, y la puesta en marcha gradual de la unión bancaria a lo largo de 2013, sin más especificaciones. El BCE tendrá un papel primordial, ya que para que la recapitalización directa sea posible, tiene que haber antes un supervisor bancario único, que sería la institución con sede en Fráncfort. En otras palabras: para compartir riesgos y que haya solidaridad, hay que compartir también responsabilidad y un mismo patrón de barco.
¿POR QUÉ INTERESA A ESPAÑA?
Rajoy se presetó como el gran vencedor de la cumbre de junio. La eurozona había acordado recapitalizar con dinero del fondo de rescate directamente a la banca en apuros, sin pasar por los Estados. Un esquema diseñado a medida de España y su maltrecho sistema financiero. Que el dinero del rescate no pase por los Estados (en el caso de España, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), significa que la deuda pública y el déficit no aumentarían, como sí lo harán con el actual sistema, el que se aplicará con los 40.000 millones de euros que España confía en empezar a recibir a partir de noviembre para reflotar al sector financiero. Se trataba de un plan perfecto para no engordar el déficit español, Una vez entrase en vigor la nueva unión bancaria, el lastre para la deuda que suponen las recapitalizaciones (como cualquier ayuda pública) desaparecería al integrarse en el nuevo sistema.
Esa cuestión no fue ni mentada por los líderes europeos, que se concentran primero en sacar adelante la supervisión bancaria y dejan para más adelante cualquier otro tipo de detalle. El frenazo en el calendario impuesto por Merkel y la falta de detalles sobre cómo se gestionarán los rescates bancarios en curso cuando el nuevo sistema europeo esté funcionando no inquietaron en la madrugada de este viernes a Rajoy.
Como siempre, todos ganaron. Alemania y sus países satélite (Holanda y Finlandia, principalmente), se aseguraron que no se harán cargo de las manzanas podridas en el sistema financiero de otros países. Al menos no desde principios del año que viene y quién sabe después si a futuro o reciclando rescates como el de la banca española. Para Hollande, en cambio, se ha "solucionado el problema de los bancos" y "claramente lo peor ha pasado".
Como ocurre con casi todas las cumbres europeas, sólo los mercados financieros lo determinarán a través de su presión al eslabón más débil de la cadena. Y sigue siendo España.