Las farmacias de Cataluña cerrarán el próximo 25 de octubre en protesta por los impagos
Las farmacias de Cataluña cerrarán el próximo 25 de octubre en protesta porque la Generalitat no les ha pagado aún la factura de medicamentos dispensados en julio, pese a que el Gobierno catalán ha cobrado una parte del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) con el que les prometió que les pagaría.
El presidente del Consejo de Colegios de Farmacéuticos de Cataluña, Jordi Dalmases, ha explicado a Efe que han decidido tomar esta medida, inédita hasta ahora en Cataluña, porque la situación es 'insostenible' para muchas farmacias y ante la 'indefinición' sobre la fecha del pago.
La Generalitat prometió a las farmacias catalanas que cobrarían el pasado 5 de octubre los 190 millones que les adeuda el gobierno catalán por los medicamentos dispensados en los meses de julio y agosto, pero el pago no se produjo.
Dalmases, que esta tarde ha presidido una reunión con los otros tres presidentes de los Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Lleida, Tarragona y Girona, ha explicado que someterán el acuerdo del consejo de convocar el cierre a votación de todos los farmacéuticos "que en su mayoría están a favor de la protesta".
Se trata del primer cierre que protagonizarán las 3.100 farmacias que hay en Cataluña y serán los propios Colegios Profesionales los que, en virtud del decreto 321/97, establecerán los servicios mínimos para no dejar desatendidas las necesidades urgentes de los ciudadanos.
El gobierno catalán prometió pagar a las farmacias con el dinero del Fondo de Liquidez Autonómico que llegó la pasada semana de Madrid, pero, según Dalmases, no ha cumplido su promesa y ahora les dicen que les pagarán "con un crédito puente el 23 de octubre o con el dinero del FLA que llegará el 31 de octubre".
La situación para algunos farmacéuticos es, según Dalmases, insostenible, ya que tienen que financiar a la Generalitat, que les paga con una media de 85 días de retraso.
El retraso de dos meses en el cobro de las recetas dispensadas por las farmacias ha provocado ya que dos boticas se han liquidado tras un concurso judicial, otras muchas están en concurso de acreedores y otras siete han pedido el cierre voluntario.
"Las farmacias no somos empresas que facturamos 100 millones al mes, somos pequeños autónomos que respondemos con nuestro patrimonio y depende de la situación de cada uno que puedan o no resistir esta situación", ha explicado Dalmases.