Subida del IVA: preparados para los nuevos precios de funerales, entierros y seguros
"Nos han congelado las pensiones, nos hacen pagar más por los medicamentos, es más cara la luz, el agua, el gas, la compra... y ahora, a soltar más pasta por enterrarnos". Águeda Carrión dispara la retahíla de subidas que en los últimos meses han hecho mermar su modesta pensión de viudedad. El resto de amigas con las que pasa una tarde en el hogar del jubilado Juan Muñoz, de Leganés (Madrid), asienten con la cabeza en silencio. "Al final, no vamos a tener dónde caernos muertos, aunque peor se quedarán los que tengan que darnos sepultura", afirma de manera resignada.
La última subida del IVA aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy ya se aplica desde el 1 de septiembre y comienza a notarse en los bolsillos de los consumidores (de media se estima que cada familia gastará entre 400 y 600 euros más). Pero mientras que en muchos productos y servicios este incremento lo están pagando ya los consumidores o lo asumen los proveedores y comerciantes, en el sector de los decesos todavía no está muy claro a quién cargarle el muerto. "Es muy pronto para saber cómo repercutirá esta subida, aunque lo que está claro es que las más perjudicadas son las empresas funerarias, que pasan de facturar del 8% al 21%, al considerar el Gobierno que estos servicios ya no están en el grupo reducido", apuntan fuentes del sector.
Este incremento de 13 puntos representa en realidad una subida del 162,5% en la recaudación por parte de la Administración en concepto de impuestos, "una auténtica salvajada que nos condena a un futuro muy incierto", según reconocen estas mismas fuentes. "Se trata de un error enorme por parte del Gobierno", afirma Eduardo Vidal, Consejero-Director General del grupo Mémora, la compañía líder en el sector funerario que gestiona 118 tanatorios en España y Portugal. Para Vidal, este tipo de servicios "deben seguir teniendo la consideración de primera necesidad, pues es de obligada adquisición. Además, en un situación tan delicada para las economías familiares, este incremento ahonda más en los gastos por un servicio de coste elevado y al que es muy difícil no enfrentarse en algún momento de la vida".
MORIRSE CUESTA 3.000€ DE MEDIA
Fijar un precio medio de un entierro en España es harto complicado, pues depende de variables tan dispares como el tipo de féretro, los servicios que ofrezca el tanatorio donde velar al fallecido, el tipo de inhumación y, sobre todo, el municipio donde se ha producido la muerte y donde se quiere enterrar al finado. "Nosotros calculamos que, de media, un español está gastándose entre 2.500 y 3.000 euros por un funeral", apunta José Becerra, presidente de la Federación Gallega de Servicios Funerarios, comunidad autónoma que cuenta con unos 400 tanatorios y una tasa de mortalidad ligeramente superior a la media.
Este coste por entierro es superior a los datos que arrojaron uno de los estudios más completos sobre decesos, elaborado en 2008 por Consumer-EROSKI. Entonces se señalaba que entre 1998 y 2008 el gasto medio de un funeral (féretro, tanatorio, esquela, coche fúnebre, tasas de inhumación, gestión, certificados, coronas de flores y acondicionamiento sanitario) se había incrementado un 90,2% (pasando de los 1.040 euros a casi 2.000 euros), aunque existían grandes diferencias entre ciudades. En Madrid, por ejemplo, la media se situaba en 2.566 euros, mientras en Málaga eran 1.650 euros.
TRANSPORTAR VIVOS Y MUERTOS AL MISMO IVA
Tras la subida del IVA, fuentes del sector calculan que un 'paquete básico' de funeral, consistente en recogida del cuerpo, velatorio de 24 horas en tanatorio, certificados oficiales, traslado al cementerio e inhumación en nicho, se encarecerá unos 600 euros. Sin embargo, esta cifra hay que ponerla en cuarentena. El director general de Mémora reconoce que en estos momentos el sector está negociando con la Administración Tributaria para aclarar qué servicios que prestan las funerarias podrían acogerse a los distintos tipos impositivos. "Al perder la consideración general de tributación reducida, no significa que todo pase al 21% de manera automática. Nosotros estamos planteando varias propuestas para ver cómo ajustar los nuevos costes y precios", matiza Vidal.
Entre las soluciones que se plantean a Hacienda está la posible exención tributaria por la atención sanitaria al difunto, igual que en el caso de la asistencia a los vivos. También quieren que se mantenga en el tipo superreducido (del 4%) los libros de firmas de condolencias y la venta de prensa en los tanatorios. Y finalmente, pretenden que se enmarque en el tipo normal (al 10%) servicios como el transporte de los muertos, el almacenamiento del difunto o el hospedaje, es decir, la estancia en el tanatorio. "Entendemos que si servicios como el transporte de personas vivas, el almacenaje de residuos o el precio de una noche en un hotel están gravados al 10%, en el caso de estos mismo servicios con muertos deberían respetarse el mismo impuesto", sostiene Vidal, cuya empresa gestionó 47.000 funerales en España y Portugal durante 2011.
Mientras esperan a conocer cómo queda la situación, y en medio de una crisis económica generalizada, el sector se muestra muy preocupado. "En los últimos años estamos detectando que las familias nos solicitan servicios más económicos y funerales más modestos, lo que está incidiendo en una merma en nuestra facturación", advierte José Becerra. "Estamos viendo cómo además se registran cada vez más enterramientos de personas sin recursos, que reciben una sepultura a cargo de los ayuntamientos, y que suelen tener un coste de entre 600 y 700 euros en Galicia", añade.
¿ME SUBEN EL SEGURO DE DECESOS?
Pero es que, además de hacer frente a esta subida de impuestos directa, las empresas de servicios funerarios están abocadas a renegociar sus tarifas con las compañías de seguros de decesos, con la pretensión de que sean ellas las que asuman parte de la subida de impuestos. El presidente de la Federación Gallega de Servicios Funerarios valora "negativamente" estas renegociaciones que están haciendo de manera individualizada las aseguradoras con las funerarias. "Las compañías de seguros quieren que el IVA lo paguen en parte los proveedores de servicios y en parte los clientes, pues es evidente que van a reajustar las pólizas al alza", advierte Becerra.
Esta subida de pólizas la reconocen algunas compañías de seguros como Santa Lucía, que está informando a sus más de 7,2 millones de clientes de que la subida del IVA "incrementa el precio final del servicio funerario contratado", aunque se compromete a que dicha alza no la asuma sólo el asegurado.
Desde la compañía Mapfre todavía no tienen claro cómo repercutirá esta subida tributaria en las primas que pagan sus asegurados. "Al final las pólizas están condicionadas por muchos factores, no sólo el precio de los servicios contratados, sino que se revisan con carácter anual teniendo en cuenta los índices de siniestralidad en el año, la edad de los clientes, el número de miembros de la familia que están cubiertos, etc.", señalan fuentes de la compañía.
Desde la patronal de seguros UNESPA se recuerda que las operaciones de seguros no están gravadas por el IVA, al estar exentas de este impuesto, tanto en España como en el resto de países de la Unión Europea, por así establecerlo la Directiva reguladora de este tributo. Por tanto, será cada compañía aseguradora quien decida si el nuevo IVA repercutirá o no en las pólizas de los 26.000.000 de asegurados que hay en España.