Al menos 34 mineros muertos y 78 heridos en Sudáfrica por disparos de las fuerzas de seguridad (VÍDEO)
Al menos 34 mineros murieron y 78 resultaron heridos este jueves después de que la Policía de Sudáfrica disparase indiscriminadamente contra ellos por manifestarse en la mina de platino de la empresa Lonmin en Marikana, a unos 100 kilómetros de Johannesburgo.
El alto balance de víctimas representa una de las operaciones policiales más sangrientas desde el fin del apartheid.
La comisaria general de la Policía Surafricana, Riah Phiyega, ha justificado la matanza asegurando que los agentes se vieron obligados a "usar la fuerza para protegerse" de los mineros, que protestaban con palos y machetes. De hecho, Phiyega ha admitido haber sido ella la encargada de dar la orden de usar la fuerza. En su comparecencia, la comisaria ha mostrado vídeos en los que supuestamente se ve cómo los manifestantes abrían fuego contra los agentes.
El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, ha anunciado la creación de una comisión de investigación para aclarar las circunstancias dela masacre. "No sabemos de dónde procede esta violencia, pero esta claro que es un asunto muy serio. Por esta razón, abriremos una comisión de investigación", ha afirmado Zuma.
Unos 3.000 trabajadores, en huelga desde el pasado viernes, se habían hecho fuertes en una colina, armados con lanzas, machetes y armas de fuego, junto a la mina de Marikana. La violencia en la explotación de platino se había cobrado ya diez vidas antes de la matanza del jueves, entre ellos, dos policías, dos guardias de seguridad y seis mineros, tanto en choques contra las fuerzas de seguridad como entre sindicatos rivales.
El conflicto entre el Sindicato Nacional de Mineros (NUM), aliado del Gobierno, y la AMCU comenzó a principios de este año y obligó a cerrar durante varias semanas la mina de platino explotada por Lonmin, tercera productora mundial de este metal. En los últimos días, diez personas han fallecido, dos de ellas agentes, en el contexto de las disputas entre sindicatos y fuerzas de seguridad.
La matanza ha desatado las críticas de partidos políticos y asociaciones civiles, que han reclamado una investigación sobre el suceso.
De hecho, el presidente sudafricano, Jacob Zuma, ha abandonado Mozambique, donde debía asistir a la cumbre en Maputo de la Comunidad para el Desarrollo del África Meridional, para volver a su país y visitar el lugar de los hechos. En un comunicado, Zuma ha asegurado sentirse "conmocionado y consternado por esta violencia sin sentido".