Los dos cambios de "voluntad": Rajoy habla este verano, pero no lo suficiente, según los expertos
Primero no iba a comparecer, después anunció que lo haría, pero sin preguntas. Sólo al final, Mariano Rajoy aceptó atender a la prensa para anunciar que el Gobierno prorrogará la ayuda de 400 euros a los parados sin ingresos. Fuentes de Moncloa aseguran desconocer cuándo volverá a hacer declaraciones. "Es algo que depende de la voluntad del presidente" y, este martes como siempre, de su insondable sentido de la oportunidad.
Sin embargo, el presidente está compareciendo más. Aceptó varias preguntas este miércoles, dio una de las pocas ruedas de prensa de su mandato hace diez días, justo un día después de comparecer con el primer ministro italiano, Mario Monti. Comparece más de vacaciones que durante el curso político.
"La crisis le está obligando a cambiar", asegura Antoni Gutiérrez Rubí, asesor de comunicación. Pero el anuncio de los 400 euros no le ha salido bien. "En vez de que se entendiese como una orden suya, un gesto, se ha comunicado en el último momento, como si fuese una interpretación y un gesto de gracia o si el rey tuviese algo que ver", destaca.
Según Gutiérrez Rubí, comparecer en tiempos de crisis es más importante. No se trata de quién comparezca; si él, pese al consiguiente desgaste, si sus ministros, a los que en algún momento podría relevar. "Es una obligación moral e imprescindible para la credibilidad: no puedes pedir sacrificios a la sociedad sin que se te caiga una pluma", añade. En ese sentido, "la mayoría parlamentaria es útil y cómoda, pero no es una mayoría social, que es la que tiene que construir".
EL EJEMPLO DE LA PRESIDENTA DE ARGENTINA
Luis Arroyo, el presidente de la Asociación de la Comunicación Política, disiente. Según él, la estrategia del Gobierno es evitar el desgaste y esperar a que la economía, en un par de años, repunte. "En momentos de crisis no hay que dar más ruedas de prensa, entre otras cosas porque el ciudadano no percibe de dónde salen los pocos segundos que salen en los informativos", asegura. Lo importante es "estar más sobre el terreno", pero no necesariamente exponiéndose a cometer algún fallo. Arroyo apunta un dato: la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha concedido entrevistas en ocasiones contadas, pero aún así goza de una alta popularidad.
Ambos expertos coinciden en que el carácter de Rajoy, de "gestor" para Gutiérrez Rubí, o de "burócrata", para Arroyo, tiene un peso determinante en su comunicación política, tal y como definen sus asesores. Pero también personas de su círculo más próximo, como Pedro Arriola, el sociólogo de cabecera del presidente. Guiándose por sus consejos, Rajoy nunca ha sido amigo de la prensa. La considera un "riesgo" innecesario, según los expertos.
Hay cosas que sí podría hacer Rajoy para que las últimas comparecencias no se queden en una anécdota. Para empezar, "hablar en el Parlamento, tomar ahí la iniciativa", según Gutiérrez Rubí. A mayores, "hablar de manera regular con la prensa, incluyendo los corresponsales extranjeros en España, pero también con blogueros o creadores de opinión", añade. "¿Por qué no da una entrevista a varios periodistas de TVE?", se pregunta Arroyo. "Sería fácil, tiene experiencia en comparecencias más difíciles, como debates electorales o Tengo una pregunta para usted, y mejoraría su imagen".