Merkel, Hollande, Monti y Rajoy anuncian 130.000 millones para reactivar el crecimiento europeo
Los jefes de Gobierno de Alemania, Francia, Italia y España anunciaron en la tarde de este viernes un plan para reactivar el crecimiento de la Unión Europea a través de la inyección de 130.000 millones de euros. La cifra fue desvelada en Roma por el primer ministro italiano, Mario Monti, tras una cumbre de las cuatro mayores economías de la eurozona. "Deseamos, además, esperamos, presentar un paquete de medidas de crecimiento a nivel europeo, por valor del 1 por ciento del PIB de la Unión Europea, es decir, de unos 130.000 millones de euros", agregó.
El plan es una respuesta a las presiones internacionales, del FMI o la Casa Blanca, que llevan meses pidiendo a la UE que no se obsesione con la austeridad. Es, también, la constatación de que las políticas de ajuste por si solas no sacarán a la eurozona de una etapa de estancamiento agudizada por la crisis de la deuda soberana. Pero, sobre todo, es un plan por concretar.
En la cumbre de la UE, que se celebrará los 28 y 29 de junio, los líderes de los 27 tratarán los detalles. Salvo sorpresa mayúscula, los países miembros no aflojarán el ritmo de la consolidación fiscal y mucho menos aportarán dinero fresco a esta estrategia, sino que se basarán en los siguientes ejes:
- El Banco Europeo de Inversiones. Bruselas y otros países, como España, llevan meses exigiendo que se potencie su capacidad con una ampliación de capital. El BEI, con sede en Luxemburgo, financia proyectos de pequeñas y medianas empresas, pero también otros en el ámbito de la convergencia de regiones, la lucha contra el cambio climático o las nuevas tecnologías. En 2011 su presupuesto ascendió a 61.000 millones de euros. Ahora, previsiblemente, aumentará. Según José Manuel García Margallo, el ministro de Exteriores, el BEI podría ser la punta de lanza de un "Plan Marshall" a la europea.
- Bonos proyecto. Es una iniciativa casi personal del presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso. Propone emitir deuda europea para financiar grandes proyectos transfronterizos en materias como las infraestructuras del transporte, la inversión en interconexiones energéticas (que compensen el impacto de las periódicas guerras del gas) o la banda ancha de máxima velocidad.
- Fondos europeos no usados. El presupuesto anual de la Unión Europea raramente se ejecuta en su totalidad. En parte, porque algunos proyectos europeos dependen de la cofinanciación de los Estados. Bruselas y la UE pretenden rescatar esos fondos (que de otra manera volverían a los Tesoros nacionales) y reprogramarlos para invertirlos en áreas que generen crecimiento. En el caso de España, la UE promete prestar una especial atención al paro juvenil.
- A medio o largo plazo: una tasa a las transacciones financieras y eurobonos. Son iniciativas que provocan una gran división. La primera cuenta con la oposición del Reino Unido, lo que ha hecho que una decena de países pretendan avanzar por su cuenta, en lo que se conoce como una cooperación reforzada. La tasa, para ser de verdad efectiva, debería aplicarse en todo el mundo, algo que el G-20 descarta por la oposición frontal de EEUU y Reino Unido. Tampoco en la UE de los 27 es posible y probablemente ni en la eurozona, de 17 socios. Francia, Alemania, Italia y España la apoyan firmemente. En cuanto a los eurobonos, es Merkel la que se opone frontalmente.
130.000 millones de euros es mucho dinero. EL 1% del PIB de la UE. La cifra, hallada con no poca ingeniería financiera, es una traducción en guarismo del lema actual de las instituciones comunitarias, que los cuatro líderes han asumido como propio. "Más Europa" para invertir allá donde sus Estados no pueden, "más Europa" para evitar la ruptura de la divisa común.
"El euro ha venido para quedarse", aseguró Monti, confiando en la "irreversibilidad de este gran proyecto". "Estamos haciendo todo por luchar por este euro y hacerlo capaz de afrontar los próximos diez años", aseguró Merkel.
"[En la reunión] ha habido una apuesta indiscutible por la irreversibilidad del euro, que es el proyecto más importante que hemos puesto en marcha los europeos", dijo por su parte Rajoy. "Hemos hecho una apuesta clara y contundente para el futuro de Europa. Queremos más Europa, queremos una unión política, queremos una unión económica, queremos una unión bancaria y una unión fiscal", añadió.