Muere a los 3 años la niña que simbolizó la Ley de Muerte Digna en Argentina
Camila Sánchez, la niña de 3 años cuyo caso impulsó el 9 de mayo la aprobación de la Ley de Muerte Digna en Argentina, murió el jueves tras ser desconectada del respirador que la mantenía con vida en el hospital Centro Gallego de Buenos Aires.
La niña nació el 27 de abril de 2009 con una hipoxia cerebral que le impedía respirar durante el parto. Entró en coma pese a los intentos de reanimación. A los cuatro meses se le practicó una traqueotomía y se le implantó un botón gástrico, con el que permaneció hasta ayer.
El caso de Camila se dio a conocer en octubre de 2011, cuando su madre dirigió una carta a la presidenta argentina, Cristina Fernández, en la que reclamaba un cambio en la legislación para el reconocimiento del derecho a la muerte digna y denunciaba que su hija era víctima de una "clara obstinación terapéutica".
La Ley de Muerte Digna, aprobada por unanimidad por el Senado argentino en mayo, consagra el derecho de los pacientes que sufren enfermedades irreversibles, incurables o en estado terminal a decidir voluntariamente la retirada de medidas de soporte vital, o a sus tutores legales en el caso de menores de edad.