Elecciones EEUU 2012: Obama y Bush apartan rencores por un día para desvelar el retrato del expresidente
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, abandonó por un día las críticas a su predecesor, George W. Bush, al reencontrarse ambos en la Casa Blanca para desvelar, entre bromas, emoción y algún dardo envenenado, el retrato oficial de este exmandatario republicano.
Obama elogió el rescate bancario de la Administración Bush en 2008 y su política en seguridad nacional, en un acto poco habitual al reunir tres de los cinco presidentes estadounidenses vivos: el actual, su predecesor y George Bush padre.
"Después de tres años y medio en el cargo y más canas, entiendo mejor los desafíos que enfrentaron los presidentes anteriores, incluyendo a mi predecesor inmediato, el presidente Bush", apuntó Obama, quien suele criticar con vehemencia que heredó del Gobierno predecesor una abultada deuda y las guerras de Irak y Afganistán inacabadas.
El actual presidente, reacio habitualmente a la política económica que le precedió, dijo que el equipo de Bush entendió a pocos meses de unas elecciones que "rescatar la economía no es solo un problema demócrata o republicano, sino que era una prioridad estadounidense". "Siempre estaré agradecido por ello", agregó.
También citó la seguridad nacional desarrollada por la Administración Bush tras los atentados del 11 de septiembre de 2011, y aseguró que los republicanos contribuyeron a la persecución -y muerte- de Osama Bin Laden.
En términos domésticos, el actual inquilino se dirigió a "George" y le agradeció haber contratado los canales deportivos de televisión en la Casa Blanca. "Los uso", apostilló entre risas.
George W. Bush mantuvo el pulso del humor y dijo estar "abrumado" por la hospitalidad de los Obama: "Gracias por darnos de comer a la familia Bush, a los catorce miembros que hemos venido hasta aquí", aseguró tras la comida a puerta cerrada.
Según Bush, añadir su retrato a la Casa Blanca da a la residencia presidencial "una interesante simetría" porque "la colección ahora empieza y acaba con un George W.", bromeó en referencia al primer presidente, George Washington, y a él mismo.
"También me complace, señor presidente, que cuando usted esté deambulando por estos pasillos sobre cómo lidiar con decisiones difíciles, ahora será capaz de mirar a mi imagen y preguntar: ¿Qué puedo hacer, George?"
A punto de las lágrimas estuvo el expresidente al pedir un aplauso para su padre, el presidente George Bush (1989-1993), y al asegurar que la mejor primera dama de la historia fue Laura Bush, su esposa.
"Lo siento, mamá -le dijo a la exprimera dama Barbara Bush-. ¿Estarías de acuerdo con un empate?"
Los retratos de George W. Bush y su esposa, obra del artista John Howard Sanden, se presentaron en el Salón Este de la Casa Blanca.
La sala estaba llena de familiares y amigos de George W. Bush, incluidas sus dos hijas, y de miembros de los dos gobiernos del republicano, como el exsecretario de Estado Colin Powell y el exsecretario de Defensa Donald Rumsfeld.
No era la primera vez que Bush visitaba la Casa Blanca con inquilino demócrata. Bush participó en enero de 2010 en la Rosaleda de la Casa Blanca en una ceremonia de recaudación de fondos para las víctimas del terremoto en Haití, con el presidente Obama de anfitrión.
Y el año pasado, el actual mandatario demócrata participó en Nueva York en la ceremonia que conmemoró el décimo aniversario de los atentados contra las Torres Gemelas, junto a George W. Bush, máximo responsable del país en ese macabro día de 2001.
Un mínimo de tres veces han hablado por teléfono Bush y Obama durante este mandato, incluida la noche de la muerte de Osama Bin Laden.
Pese a ello, George W. Bush ha mantenido este tiempo un bajo perfil político, siendo uno de los expresidentes menos activos públicamente de la historia y mostrando un diáfano apoyo al candidato republicano Mitt Romney.
Esta vez se mantuvo también fuera de la contienda política.