La fórmula mágica con la que este matemático ya ha ganado la lotería 14 veces

La fórmula mágica con la que este matemático ya ha ganado la lotería 14 veces

Su hazaña asombró al mundo y provocó un cambio en la normativa mundial de loterías.

Boleto de loteríaGetty Images

Su nombre fue Stefan Mandel  (Rumanía) y aunque su nombre no sea muy conocido, es considerado como una de las mentes más brillantes del mundo después de que consiguiera hasta 14 premios mayores de lotería en la década de los 90. Como es lógico, contaba con un plan que, para los más avispados, les comunicamos que ya no se puede aplicar. 

Pese a ello, les contamos esta historia, una de las más alucinantes por los medios utilizados por su protagonista, como por las elevadísimas sumas económicas que Mandel ganó a lo largo de los años. 

Para llevar a cabo su proyecto, Mandel tuvo que llevar a cabo un exhaustivo estudio estadístico gracias al cual llegó a la conclusión de cuáles eran las probabilidades de conseguir ganar al sistema.

Para ello, Mandel convenció a un ejército de personas que tendrían un papel fundamental en la consecución de su inaudita hazaña. Según contó él mismo, su primer gran golpe tuvo lugar en febrero del año 1992, cuando se hizo con su primer gran premio, de la Lotería del Estado de Virginia, al 'adivinar los seis números ganadores del sorteo. 

Pero no quedó ahí, ya que no solo se hizo con el primer premio (de 27 millones de dólares), sino que también consiguió  los seis segundos premios, los 132 terceros premios y los 135.000 pequeños premios, algo que, evidentemente, no podía ser casualidad.

Cientos de inversores y un éxito asegurado

Para hacerse con ese gigantesco botín, Mandel diseñó una estrategia en la década de los 70 por la cual consiguió que cientos de inversores internacionales y docenas de sistemas informáticos, un sistema al que denominó como "condensación combinatoria".

Según Mandel, el método es extraordinariamente sencillo, y llegó a asegurar que "cualquier estudiante de matemáticas de secundaria puede calcular estas probabilidades". En el caso de la lotería rumana, en la que entraban en juego del número 1 al 40, tan solo seis números eran los ganadores, de modo que existían hasta 3.838.380 de posibles combinaciones.

Tras calcular ese número, llegó a la conclusión de que tan solo merecía la pena jugar por aquellos premios cuyo importe fuera, como mínimo, el doble de las combinaciones posibles, por lo que para que saliera rentable la fórmula, el bote tendría que ser como mínimo de seis millones de euros.

El método Mandel consistía en comprar un billete de lotería para casi todas las combinaciones posibles, por lo que necesitaba de cientos de personas que le ayudaran en su labor y con los que compartía el premio obtenido.

El primer premio con el que se hizo Mandel, junto a cuatro amigos en Rumanía fue de 72.783 lei (unos 17.000 euros), gracias al método que repetiría en innumerables ocasiones. Para ello, tuvo la idea de crear un "sindicato de lotería" con cientos de inversores que juntaran su dinero, aunque pasados varios años, desarrolló un sistema de automatización completo, con todo tipo de impresoras y computadoras que funcionaban con un algoritmo que rellenaba los boletos de forma automática.

Cambio de normativa a nivel mundial

De esta forma, Mandel y su sindicato se hicieron con hasta 12 loterías, llegando a conseguir 400.000 pequeños premios en Australia, al conseguir hasta 1,1 millones de dólares en el año 1986. Esto provocó que el gobierno australiano tomara cartas en el anuncio, de modo que se aprobó una ley que prohibía que una persona jugara todas las combinaciones posibles -a día de hoy esta normativa continúa vigente-.

Ante esta decisión, puso sus ojos en Estados Unidos, y repitió el proceso en otras seis ocasiones, obteniendo una suma total de 37 millones de dólares en Massachusetts con nueve millones de combinaciones, otros 11 millones en Arizona tras jugar 5 millones de combinaciones y la de Virginia.

Infiltrados
Un proyecto de Ikea

Con todas ellas, Stefan Mandel se hizo con hasta 14 premios mayores de la lotería, pero como suele ocurrir en estos casos, Mandel fue pillado y tuvo que enfrentarse a multitud de juicios contra los estados en los que llevó a cabo su actividad. Por todo esto, el caso de Mandel supuso un antes y un después en las reglas de la lotería a nivel mundial, impidiendo realizar este tipo de triquiñuelas, por lo que, a día de hoy, es un método que no se puede utilizar.