El detenido, que se enfrenta a una pena de 50 años de cárcel en su país, se ocultaba en España con identidad falsa y hasta se había borrado los tatuajes.
Su meta: "mejorar la interoperabilidad entre las naciones de la OTAN, demostrando la capacidad de despliegue rápido y sostenido a gran escala, reafirmando así el compromiso colectivo con la disuasión y defensa del territorio de la Alianza".