El PP marca el camino para transformar las pensiones públicas en subsidios
2017 ha certificado el desplome del poder adquisitivo de las pensiones en nuestro país. La subida del 0,25 lineal que estableció el Gobierno de Rajoy, desvinculando la revalorización de las pensiones del IPC, ha provocado que el pasado año haya vuelto a caer el poder adquisitivo de nuestros pensionistas. La inflación de 1,6% en 2016, unida a la de 1,2% en 2017, nos llevan a una pérdida acumulada de más de 2,3 puntos en dos años.
Estas pérdidas son ya importantes de por sí para las exiguas pensiones, pero lo más grave está por llegar. Si se van repitiendo los escenarios de IPC de estos dos últimos años, las actuales pensiones habrán perdido en las próximas dos décadas el 27% de su capacidad, quedando, literalmente, cuarteadas. Como ejemplo, una pensión mínima actual habrá crecido 30,75 euros después de 20 años, a un promedio de 1,5 euros por año, cuando debería hacerlo un mínimo de 193 euros para mantener su mermada capacidad de compra.
Pero peor será todavía el panorama para los futuros pensionistas que, desde 2019, tendrán una pérdida adicional de dinero por la aplicación del factor de sostenibilidad. A esto habrá que añadir carreras de cotización destrozadas por los años de desempleo, y por los bajos salarios.
El panorama no puede ser más desolador si no se fuerzan cambios legislativos y se adoptan decisiones valientes para aumentar los ingresos de la Seguridad Social.
El partido popular ha destrozado en seis años la autonomía financiera del sistema sin hacer absolutamente nada por evitarlo. Al contrario, cabe pensar que esa es su estrategia, el escenario de déficit galopante, le sirve de coartada para su verdadero objetivo: conducir las pensiones a una cuantía insuficiente para llevar una vida digna. Rajoy ha apostado por un modelo social de pensionistas que tendrán que vivir bajo el umbral de la pobreza.
En la práctica, y sin la valentía de decirlo abiertamente por el desgaste político que conllevaría, apuntan a la idea de los planes privados de pensiones como única salida para que los españoles garanticen su futura jubilación. Su lema es "sálvese quien pueda". Nunca mejor dicho, "quien pueda". A los millones de españoles que, o bien no tienen trabajo, o difícilmente llegan a final de mes, sería una crueldad pedir que hagan ahorros para pagar su plan privado. Desde luego, desde el Partido Socialista no se lo vamos a pedir.
Los socialistas estamos convencidos de que hay un camino que permite mantener un sistema equilibrado en lo económico y con pensiones dignas. Y que ese debería ser el acuerdo al que llegáramos reeditando el Pacto de Toledo.
En un próximo pleno en el Senado preguntaremos a Fátima Báñez si el Gobierno está dispuesto a llegar a ese acuerdo, o si, por el contrario, van a mantener su empecinamiento en deteriorar la calidad de vida de los pensionistas y utilizar el déficit como tapadera para dañar la suficiencia de las pensiones de nuestros mayores.