Rescatemos personas
José Antonio tenía 50 años. Iba a ser desahuciado por no pagar el alquiler de su casa. Como ya sabréis el pasado lunes día 5, en Bilbao, se cansó de padecer. Es la primera víctima de los desahucios después de la admisión a trámite de la Inicitativa Legislativa Popular (ILP) Hipotecaria.
José Antonio tenía 50 años. Iba a ser desahuciado por no pagar el alquiler de su casa. Como ya sabréis el pasado lunes día 5, en Bilbao, se cansó de padecer. Es la primera víctima de los desahucios después de la admisión a trámite de la Inicitativa Legislativa Popular (ILP) Hipotecaria. Una ILP que fue tramitada gracias a la presión popular, recordémoslo. Casi un millón y medio de personas dimos nuestro apoyo a personas como él, sin conocer su historia, y necesitamos un resarcimiento. Porque su desesperanza nos provoca una pregunta que hay que responder. ¿Qué estamos haciendo y estamos dispuestos a hacer por personas como José Antonio?
Empezaremos por ser coherentes, contemos algunas verdades. Ellos, los de siempre, los del sistema, nos dirán que estamos en la antipolítica, nos querrán desacreditar. Ya se lo harán, se lo repartirán o se lo pactarán. Cómo han hecho con la Constitución, si recordamos el reformado artículo 135, para pagar a los bancos que sostienen a las grandes empresas en las que se jubilan o colocan cuando dejan de ser ministros. Sin ir más lejos, recientemente en mi tierra, PP y PSOE se han repartido los patronatos de las fundaciones de las alucinantes Cajas de Ahorros valencianas. Se han repartido la custodia de los lamentables despojos que han quedado de estas instituciones históricas después de saquearlas aceptando la dación en pago de especuladores varios, de los mismos a los que dieron licencia o aprobaron las recalificaciones urbanísticas en los Ayuntamientos o en la propia Generalitat de Camps. Unas cajas que han dejado como herencia por su muerte más deudas y estafas en forma de participaciones preferentes que el dinero que deben todas las famílias que tienen problemas para pagar las letras de sus casas. Es el resultado de la acción consentida, y a veces ordenada, de una pandilla de sinvergüenzas que cobraban bonos millonarios falseando los balances anuales y se pasean con impunidad por nuestras calles.
Nosotros somos exigentes y para ser creíbles tenemos que actuar en consecuencia. La credibilidad se gana día a día. Ser ejemplares y coherentes es una práctica diaria que nos compromete a todos. No podremos superar su crisis, sin una regeneración democrática a fondo basada en la decencia y la ética pública. No podremos superar su crisis sin recuperar la confianza de las personas. Emerger como respuesta ciudadana a la crisis final del sistema. Emerger como algo diferente a los elementos que lo componen. La respuesta de la personas frente a un sistema que las oprime, que les sube los impuestos y les baja los sueldos y las prestaciones sociales. ¡Todo por la banca! es lo que une a Rajoy y Rubalcaba más íntimamente.
De lo que no hablan ni discuten porque no les dejan quienes mueven los hilos.
Este no es momento de medias tintas, o estás con las personas o estás con los poderosos, o estás con los que sufren o estás con los que causan ese sufrimiento, o estás con las víctimas o estás con los culpables. Personalmente quiero estar con las personas, con los que sufren, con las vícitimas de esta estafa que estamos viviendo. Si me lo permiten, del lado de la verdad. Hagámoslo por Jose Antonio. Demos algún sentido a tanto dolor.