Llarena deja en prisión a Junqueras, Forn y 'los Jordis'
El Supremo deja en libertad bajo fianza a otros seis exconsellers
El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha decidido dejar en prisión al exvicepresident de la Generalitat Oriol Junqueras, al exconseller de Interior Joaquim Forn y a los líderes de ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, y fijar fianzas de 100.000 euros para los otros seis exconsellers.
El juez considera que no hay riesgo de fuga, pero sí aprecia riesgo de reiteración delictiva en el caso de Junqueras, Forn, Sànchez y Cuixart.
A su juicio, "sus aportaciones están directamente vinculadas a una explosión violenta que, de reiterarse, no deja margen de corrección o de satisfacción a quienes se vean alcanzados por ella".
Los otros seis (los exconsellers Raül Romeva, Carles Mundó, Dolores Bassa, Meritxell Borrás, Josep Rull y Jordi Turull) podrán salir de prisión si pagan 100.000 euros de fianza, pero les imponen comparecencias semanales en el TSJ de Cataluña o en el juzgado o tribunal de su conveniencia, la prohibición de abandonar el país y la retirada de pasaporte. La ANC abonará este mismo lunes el dinero con cargo a la caja de la solidaridad.
El magistrado ha citado a las partes a las 9.00 horas de este lunes para comunicarles la decisión que ha adoptado después de que el pasado viernes les tomase declaración para estudiar la situación personal de cada uno de ellos. De este modo, el juez Llarena no ha aceptado la petición de la Fiscalía y la acusación popular ejercida por Vox de mantenerles en prisión.
En relación con el riesgo de fuga, Llarena lo descarta porque cuentan con un profundo arraigo personal, laboral y social, así como disposición para atender los llamamientos judiciales que se les han cursado hasta ahora.
No obstante, considera que la situación de los exconsellers y de los líderes de ANC y Ómnium es similar a la que apreció en el caso de los miembros de la Mesa del Parlamento catalán, en cuanto que su aportación al delito se situaría en principio en un plano de principalidad equivalente al que ofrecía el comportamiento de la presidenta Carme Forcadell.
"LESIVIDAD" DE SUS APORTACIONES AL 'PROCÉS', "EXPLOSIÓN VIOLENTA"
Sin embargo, respecto a la reiteración delictiva, el magistrado distingue entre la actuación de los miembros de la Mesa del Parlamento catalán, cuya aportación se limitó a desatender cuantas decisiones judiciales se habían dictado, y la actuación de los 10 querellados, en los que el juez aprecia un juicio razonable de riesgo de reiteración delictiva, por la "lesividad" que puede acompañar a la reiteración de sus aportaciones.
El juez individualiza las actuaciones de los querellados y, en el caso de Junqueras, Forn, Sanchez y Cuixart, entiende que "sus aportaciones están directamente vinculadas a una explosión violenta que, de reiterarse, no deja margen de corrección o de satisfacción a quienes se vean alcanzados por ella".
En ese sentido, recuerda varias actuaciones violentas como el "asedio" por decenas de miles de personas a una comisión judicial que registraba la Consejería catalana de Economía en Barcelona.
"El riesgo de reiteración de sus conductas -añade el magistrado- impone a este instructor un mayor grado de rigor y cautela, a la hora de conjugar el derecho a la libertad de los investigados y el derecho de la comunidad de poder desarrollar su actividad cotidiana en un contexto despojado de cualquier riesgo previsible de soportar comportamientos que lesionen de manera irreparable, no sólo su convivencia social o familiar, así como el libre desarrollo económico y laboral, sino la propia integridad física", expone el auto.
En estos cuatro investigados, concluye Llarena, el riesgo de reiteración delictiva "refleja la probabilidad de que puedan reproducirse actos con graves, inmediatas e irreparables consecuencias para la comunidad".
EL JUEZ QUIERE CONSTATAR SI EL CAMBIO DE VOLUNTAD ES "VERDADERO Y REAL"
El peligro, según el juez, no desaparece con la formal afirmación de que abandonan su estrategia de actuación y con la determinación judicial de evaluar su situación personal si sus afirmaciones resultan mendaces, "sino que exige constatar que la posibilidad de nuevos ataques haya efectivamente desaparecido, o que paulatinamente se vaya confirmando que el cambio de voluntad es verdadero y real".
Los exconsejeros se encuentran en prisión provisional desde el pasado 2 de noviembre, día en el que declararon ante la juez instructora de la Audiencia Nacional Carmen Lamela como investigados por los presuntos delitos de rebelión, sedición y malversación de fondos públicos. Los representantes de las asociaciones catalanas están encarcelados desde el 16 de octubre, cuando, también, comparecieron ante la misma magistrada, pero por el delito de sedición, en relación a los acontecimientos que tuvieron lugar el 20 y 21 de septiembre ante la Consejería de Economía de la Generalitat en Barcelona.
Una vez que el magistrado del Tribunal Supermo decidió acumular todas las causas abiertas por el 'procés' -dejando sólo en la Audiencia Nacional las actuaciones del que fuera mayor de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero y la intendente Teresa Laplana, investigados por los mismos hechos que Sànchez y Cuixart- los querellados solicitaron declarar para convencer al magistrado del supremo para que modificara estas medidas cautelares y les dejara en libertad, aunque sus respectivas manifestaciones del pasado viernes han sido valoradas de forma diferente por el juez.