Después del 1 de octubre viene el 2
El 1 de octubre viene marcado por unas semanas en las que la represión del Partido Popular ha llegado a límites inimaginables para la sociedad catalana.
Más de 700 alcaldes citados a declarar sólo por permitir que la gente vote, 14 políticos detenidos, páginas web cerradas, medios de comunicación amenazados, finanzas intervenidas, la policía de la Generalitat bajo el control del Ministerio y la amenaza de suspender del todo el autogobierno. El Partido Popular ha aplicado el artículo 155 de forma encubierta. Y llueve sobre mojado después de años en los que Rajoy también ha recurrido más de 30 leyes catalanas al TC (siglas que empiezan a representar el "Tribunal contra Catalunña") y la Ley Montoro que asfixia las administraciones catalanas.
A todo esto se trata de un Gobierno ciego y sordo a la demanda inmensamente mayoritaria del pueblo de Cataluña de solucionar definitivamente la situación con un referéndum pactado (una opción que, curiosamente para sus cúpulas, también defiende el 75% del electorado del PSC, el 57% de Ciudadanos y el 49% del PP).
Claramente esto ya no va de independencia sí o no, ni siquiera de Cataluña, sino de democracia. Cataluña no es la causa sino la excusa que ha utilizado el Partido Popular para una ofensiva autoritaria y una involución democrática. La espiral de recortes de derechos y libertades ya se empieza a notar más allá del Ebro, con la suspensión de un acto de solidaridad en Madrid aprobado por el propio Ayuntamiento, vulnerando así el derecho fundamental de expresión y reunión.
Lo peor de todo es que un Gobierno que se esconde detrás de jueces y policías no es solamente cobarde, sino que manifiesta que no tiene proyecto de país democrático e ilusionante que ofrecer. Rajoy está utilizando la fuerza ahora porque hace años que no utiliza la política.
La democracia es el orden y la violencia el desorden. Por esto, ante la represión irresponsable del Partido Popular se hace absolutamente imprevisible pronosticar qué sucederá el 1 de octubre. Lo que sí que se puede decir es de qué lado estaremos, y los comunes siempre estaremos con la gente que quiere poner urnas frente a los que las quieren quitar. Así que este domingo nos vamos a movilizar en defensa de la soberanía de Cataluña y la democracia.
¡Qué tiempos vivimos en los que hay que defender el sentido común! Y cuando los de arriba rompen los grandes acuerdos, se convierte en un deber para los de abajo defenderlos. Hay algo en lo que todos podemos estar de acuerdo y es que después del 1 de octubre viene el 2. Y entonces Cataluña será un solo pueblo frente a la represión, y habrá que seguir construyendo democracia desde la diversidad y la transversalidad, con los del sí y los del no, la inmensa mayoría del pueblo que quiere poder decidir libremente su futuro.
Más importante aun, el 2 de octubre el PP quedará inhabilitado como fuerza de Gobierno y la única solución será echarle. Los comunes vamos a seguir trabajando en Europa para abrir la vía del diálogo, en el Congreso de los Diputados para echar al Partido Popular del Gobierno que corrompe y en Cataluña para construir esa mayoría diversa y transversal del 80% a favor del derecho a decidir.
Como dicen Manuela Carmena y Ada Colau "la solución a la crisis de la democracia es más democracia".