Zapatero tira de talante frente a Aznar: "No se me escuchará una crítica a Rajoy"
Ni un amago de vuelta a la política activa, ni cinco medidas para cambiar el rumbo de España ni, menos aún, un ataque al presidente del Gobierno. José Luis Rodríguez Zapatero prefiere el "máximo silencio posible" en su vida después de La Moncloa.
En una entrevista con Luis del Olmo, que este viernes resucitó su programa Protagonistas en Radio Nacional, el expresidente se distanció de las formas de José María Aznar, que este martes causó un gran revuelo por sus críticas a Mariano Rajoy y su amago de volver a la primera línea de la política.
"No se me escuchará una crítica a Rajoy", ha dicho Zapatero. "Yo tengo respeto por los expresidentes", ha añadido, recordando que incluso defendió a Aznar ante Hugo Chávez en la cumbre iberoamericana del "¿por qué no te callas?" del rey Juan Carlos.
"NO SALDRÁ DE MI BOCA"
"Creo que cualquier cosa que pueda decir aquí o fuera de aquí que de una u otra manera perjudique a España no saldrá de mi boca", ha asegurado, al tiempo que ha aclarado que respeta "lo que hace Aznar". Zapatero ha recordado la importancia que tienen las palabras pronunciadas los antiguos inquilinos de La Moncloa, rebautizados en su día por Felipe González como jarrones chinos por lo difícil que es buscarles acomodo. Su papel, según él es "mantener el máximo silencio posible".
Zapatero no ha tenido críticas para Rajoy, pero sí muchos elogios para Alfredo Pérez Rubalcaba, su sucesor en el PSOE, a pesar de que éste ha intentado en más de una ocasión desligarse de la impopularidad del final del último Gobierno. Con el actual secretario general del PSOE, Zapatero mantiene una "muy buena relación". Rubalcaba "tiene todas las condiciones", la "trayectoria" y es una persona "inteligente". "Le deseo lo mejor", ha subrayado.
Zapatero aprovechó también para avanzar algunos detalles de su libro sobre la crisis económica y sus vivencias como presidente del Gobierno que saldrá a la venta "en otoño".
EL "NO" MIRANDO A LOS OJOS A MERKEL
Dentro de esas memorias, contará anécdotas de su trato con otros líderes, como la canciller Angela Merkel, con quien asegura haber tenido "una relación muy positiva". "Es firme, directa, pero clara" y en el trato personal fue "muy cortés y muy amable" con él.
En una reunión con ella, Zapatero se vio obligado a responder a "una pregunta muy directa", "cerrada". "Tenía que decir sí o no", algo que no era fácil, porque la negativa molestaría a la canciller. En ese momento, "mirándola a la cara y a los ojos" le dijo "el no más alto que me ha salido en mi vida". Sin embargo, el ex jefe del Ejecutivo no ha querido revelar de qué pregunta se trataba.
El antiguo líder del PSOE reconoció haberse equivocado durante su gestión en dos aspectos. El primero, tardar en reconocer la crisis. "Tardé, fui muy criticado y lo entiendo", aseguró, aunque a su entender eso no modificó de manera sustancial el desarrollo de la crisis o su combate.
La otra sombra fue el aumento "con intensidad" del gasto público a través de un "fuerte estímulo fiscal", como "todos los países de la UE y el G-20". Su estímulo presupuestario, del que fue exponente el Plan E, fue posible por el superávit y una deuda del 36% del PIB, pero desembocó en un déficit del 11%, según él mismo ha reconocido.
TVE Y LA DERIVA SOBERANISTA
Por otra parte, Zapatero ha puesto en valor la reforma de TVE, que posibilitó que "por primera vez" se eligiese a su máximo responsable por consenso en el parlamento, y no a dedo como volvió a ocurrir con la llegada del PP. "Construímos un clima de pluralidad".
Preguntado por la posible autodeterminación de Cataluña, el exjefe del Ejecutivo ha pronosticado que la "deriva soberanista no va a ningún sitio" y la enmarcó dentro de una estrategia política. Se trata de una "distorsión histórica" en un momento en el que Europa va por una "dirección que no tiene nada que ver" con la aparición de un nuevo Estado.