Desde Lleida ha llegado Manel. Solo. Viene con las ideas muy claras. Quiere protestar por lo que está pasando en este país y denunciar las injusticias que a su juicio se acometen.
A las 17 horas espera en la salida del metro de Atocha. Allí está convocada una de las marchas para participar en 'Asedia el Congreso'. Apenas hay gente.
Ha llegado el 25-A. Tras días de polémica y declaraciones en los medios es hora de comprobar la fuerza de una convocatoria sobre la que planeaba la duda de su carácter violento. Ha sido convocada por la plataforma ¡En Pie! y a ella se han unido una veintena de colectivos. El 15-M y la PAH no han querido unirse.
Momentos antes de que la policía cortara la carrera de San Jerónimo, los viandantes, principalmente turistas, prosiguen sus paseos sin preocupación. Incluso algunos, se fotografían ante el fuerte dispositivo policial y captan las imágenes de los caballos blancos dentro de los furgones.
Mientras, Manel ha conocido a Teresa. Una mujer de unos 60 años que no se muerde la lengua: "Estamos en guerra". Desde ese momento, emprenden juntos su marcha hacia el Congreso.
No son muchos al principio. Una parroquia heterogénea que incluye a punkis y jubilados, pasando por parados, estudiantes, amas de casa y hasta algún corredor que ha hecho un alto en el camino para gritar "no nos representan".
Silencio durante la primera hora, en la que ya llegan a congregarse unas 2.000 personas. Alguna proclama y gritos de dimisión. Todo pacífico. Hasta que la calma tensa comienza a reinar en el ambiente.
Todo ha sido cuestión de minutos. Una bengala, un petardo, una botella que sobrevuela la valla y comienzan las cargas. Gente corriendo por el Paseo del Prado, periodistas que buscan la mejor foto, el caos se adueña de Neptuno.
Hay quienes tiene que correr casi hasta el Retiro para no recibir un golpe de la policía.
En ese momento 'Asedia el Congreso' ha perdido toda su fuerza. Solo vuelven los que quieren seguir provocando. Apenas un grupo de personas.
Después de la carga, Manel y Teresa ya no han vuelto.
Pasadas las 22 horas, la Plataforma ¡En Pie! ha anunciado en Twitter que la manifestación que nacía con vocación de permanente se disolvía debido a la falta de "fuerzas suficientes" y "por el insuficiente apoyo social".
La protesta se ha saldado con 15 detenidos y 14 agentes heridos, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía.