El doctor Montes pierde el juicio contra Losantos, Vidal y Schlichting: "Estoy de muy mala hostia"
Le sale a bote pronto, apenas sin pensar. Del estómago a la boca: “Estoy de muy mala hostia”.
El doctor Luis Montes, sobre el que los medios más allá de la derecha lanzaron un ataque sin conmiseración por las presuntas sedaciones irregulares en el hospital Severo Ochoa de Leganés, ha perdido la querella criminal interpuesta contra los periodistas Federico Jiménez Losantos, César Vidal y Cristina López Schlichting —entonces en la cadena Cope—, que han quedado absueltos.
Entre los ataques lanzados por los tres periodistas contra el actual presidente de la Asociación Federal Derecho a Morir Dignamente figuran la acusación de “asesinar a 200 personas”, de ser conocido en el hospital como “Sendero Luminoso”, en alusión al grupo terrorista peruano, o frases como “El 90% de los sedados por el doctor Montes murió en menos de 24 horas. ¡Qué eficacia, claro! Eficacia de la morfina”. Otra: Jiménez Losantos dijo en antena, como si fuera el propio Montes: “A este le quedan menos de seis meses de vida... venga, fuera. Cama libre”.
La sentencia del titular del juzgado de lo Penal número 11 de Madrid Ricardo Rodríguez Fernández obliga al doctor Montes a pagar “la mitad de las costas del juicio”, los derivados de la defensa de César Vidal.
¿EXPRESIONES VEJATORIAS? NO
La sentencia es, con todo, una defensa cerrada de los tres locutores. Pese a reconocer que algunas de las frases de los periodistas pudieron ser “no muy afortunadas”, el juez las enmarca “en el ejercicio de la libertad de expresión e información” y defiende que Losantos, Vidal y Schlichting “se limitaron en sus programas a valorar esta información publicada en otros medios”. “No se trata, por tanto, de expresiones formalmente vejatorias que resulten gratuitas o innecesarias para la información que se pretende transmitir”.
Y de la defensa, a las loas. Según la sentencia, los demandados mostraron “diligencia” en la “comprobación, mediante fuentes solventes, de la conducta” del doctor Montes. E incluso entra a valorar su capacidad de comunicación. En el caso de César Vidal ensalza cómo expuso “de una manera concisa y brillante” sus alegaciones en el turno de palabra.
NO RECURRIRÁ
“Si tenía alguna confianza en la justicia, ahora me reafirmo en que llega tarde y mal”, se lamenta Luis Montes. La querella se puso en 2006. Dos años después, la Audiencia Provincial de Madrid ratificó el sobreseimiento y archivo del caso de las presuntas sedaciones irregulares en el hospital Severo Ochoa de Leganés y ordenó además que se suprimiera toda referencia a la posible mala práctica de los médicos denunciados.
Pese a que la sentencia es recurrible, Montes no contempla alargar aún más el proceso porque es consciente de que no ganaría nada —“Una sentencia absolutoria no la cambia nadie”, asume— y, si acaso, perdería más dinero por las costas: “La justicia no es gratuita, y menos ahora”, apunta en referencia al tasazo decretado por el ministro de Justicia, Alberto Ruíz Gallardón.
“Estoy indignado”, repite en varias ocasiones rebajando el tono inicial, esa “mala hostia” que no se le va del cuerpo.