Monago, Báñez y otros padres: consejos para evitar que los niños te la líen con el móvil

Monago, Báñez y otros padres: consejos para evitar que los niños te la líen con el móvil

"¡Ha sido el niño!" es el argumento con el que se justifican las 'víctimas' de las 'travesuras' infantiles en las redes sociales. El último, el presidente del Gobierno extremeño, José Antonio Monago, cuyo hijo colgó en Twitter los resultados del juego para móviles Doodle Jump. Antes fue la ministra de empleo Fátima Báñez, con su récord en Bubble Shooter. Pero el premio se lo lleva la hija del exportero de fútbol Santiago Cañizares que, supuestamente, el pasado mes de julio subió a Instagram una foto de su madrastra saliendo desnuda de la ducha.

Más allá de la anécdota, subyace el debate de la responsabilidad de los padres en el uso de las nuevas tecnologías por parte de los niños.

Para Albert Gimeno, director ejecutivo y cofundador de la asociación sin ánimo de lucro Padres 2.0, dejar o no "herramientas de trabajo" como los teléfonos o las tabletas a los niños es decisión de los progenitores. Pero si se decide permitirles coger los dispositivos móviles hay ciertas "soluciones técnicas" que pueden evitar sorpresas indeseadas.

Gimeno resalta que uno de los aspectos más importantes es "dejarles bien claros los límites para cada dispositivo".

"Dependiendo de la edad y madurez de los hijos hay que tratar de que entiendan por qué pueden usar ciertas cosas y otras no", explica. "En un caso como el de Cañizares, por ejemplo, hay que hacerles saber que las fotografías del ámbito personal no se pueden publicar".

Pero con los niños razonar a veces no es suficiente. Esta es una serie de consejos para evitar problemas con el uso indebido de los dispositivos móviles por parte de los más pequeños.

1. DECIDIR SI SE LE DEJA O NO

Los padres ponen los límites sobre cómo quieres que tus hijos utilicen los dispositivos móviles. Pueden ser un juguete más o pueden serlo de forma limitada y controlada. Hay que hacerles saber qué pueden usar y cómo.

No tiene por qué ser todo o nada. Es conveniente establecer normas y dejar claro a los niños qué es lo que pueden usar del móvil o lo tableta y qué no. Qué contenidos deben publicar en las redes sociales y cuáles no.

Desde Padres 2.0 recomiendan dejar bien claras "de palabra o por escrito" las normas de uso asociadas a cada dispositivo y para establecerlas, responder a estas cinco preguntas: ¿Cuánto? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Con quién? ¿Para qué?

2. UTILIZAR LA TECNOLOGÍA

Los dispositivos cuentan con sistemas para restringir el acceso de los niños. Además, cada programa, aplicación y red social tienen sus filtros que permiten controlar lo que se publica.

Lo más básico es activar una protección de pantalla, eligiendo una clave para que tras un momento de inactividad se bloquee el acceso al móvil o la tableta.

En el caso de los juegos, se pueden desactivar en Twitter los permisos para que aplicaciones de terceros publiquen por el usuario en la red social.

3. REVISAR LO QUE SE INSTALAN

Los niños aprenden de una manera sorprendentemente rápida a instalarse juegos y bajarse aplicaciones. Si se revisa el historial de navegación y las últimas instalaciones, se puede tener controlado a qué juegan y por dónde navegan.

De esta forma se evitarían sorpresas en la factura, ya que los chavales pueden comprar de forma relativamente fácil aplicaciones o complementos en los juegos que luego se cargan a la cuenta del titular del dispositivo.

4. NAVEGAR CON ELLOS

Compartir con los más pequeños juegos en los dispositivos móviles puede servir para evitar malos hábitos. Hay un montón de aplicaciones infantiles dirigidas a ellos, pero también contenidos indeseados de muy fácil acceso que pueden convertir a los niños en víctimas de abusos.

Gimeno recuerda que se pueden activar filtros de navegación en el móvil. También hay sistemas de control parental para el iPad o los smartphones, aunque son "un poco engorrosos porque, a diferencia de los ordenadores, solo hay un usuario".

5. DESVINCULAR TRABAJO Y OCIO

Si los niños utilizan el móvil para jugar quizá sea conveniente tener separados los contenidos del trabajo y el uso personal. Tener dos móviles es la solución más sencilla.

Restringir el acceso al dispositivo del trabajo puede evitar no solo episodios como los de los políticos o el futbolista en Twitter, sino también casos más graves como la pérdida de información relevante o problemas por que entren al correo electrónico.

¿TE LA HAN LIADO LOS NIÑOS CON LOS DISPOSITIVOS MÓVILES? CUÉNTANOSLO EN LOS COMENTARIOS