Los peligros de regalar una colonia a mamá
No me digáis que los creativos que hacen los anuncios de colonias y perfumes para mujer no se lo curran. Nos están revelando todas las claves de la felicidad en estas pequeñas botellas. De hecho, cuando abres una, sientes un orgasmo instantáneo. Pasa en todos los anuncios: las modelos se retuercen sobre sí mismas y ponen los ojos en blanco. Cuidado con oler una de estas esencias en el centro comercial, pueden multarnos por escándalo público o confundirnos con la niña del exorcista. Lo mismo da.
10:14 am, reunión del equipo creativo de Moschino.
Sí, queridas, así se fabrica una colonia. Ese elixir que depositamos cuidadosamente en nuestras muñecas y detrás de las orejas para convertirnos en eso que queremos llegar a ser. O más bien, en lo que las marcas dicen que queremos ser: no olvidemos que todas nuestras aspiraciones vitales están prediseñadas por el marketing. 300 clases de yoga y 200 de mindfulness no serán suficientes para evitar el deseo de adquirir esos productos que te harán un ser social y visible ante los demás.
Y ¿qué dicta el marketing que queremos las mujeres? Pues está bastante claro y difiere mucho de los que quieren los hombres (véase el análisis que ya hicimos en el día del padre). Según los perfumes, las mujeres sólo aspiran a dos cosas: amar y seducir. Leyendo todos los nombres seguidos recitaremos una suerte de mantra capitalista que nos elevará al súmmum de la feminidad. Si hoy has sido una de las afortunadas que han recibido uno de estos presentes, puedes comprobar aquí qué trocito de estereotipo te ha tocado:
AMOR. Es el concepto más repetido. Por si no nos quedó suficientemente claro con Disney, las colonias nos lo recalcan: si eres mujer, tu mayor logro en la vida es dar y encontrar El Amooor (léase esta frase con música de arpa y alárguese la "o" todo lo que aliento permita). Amor, amor (Cacharel), Jeu d'Amour (Kenzo), Romance (Ralph Lauren), Loverdose (Diesel), Love (Chloe), Love, Love, Love (Agatha Ruiz de la Prada), I Love Love (Moschino), True Love (Elizabeth Arden), Unbreakable Love (Khloe), Trésor in Love (Lancome)... la lista es interminable. Lo que no se les ha ocurrido a los señores creativos es incluir el mismo concepto en las esencias masculinas, lo que nos deja irremediablemente solas en esta búsqueda de por vida.
SEDUCCIÓN. Y para encontrar el amor, ¿qué necesitamos?: estar sexy, ser sexy y transpirar sex-appeal las 24 horas del día. Nuestro cuerpo tiene una única función, despertar el deseo del resto de los mortales. 212 Sexy (Carolina Herrera), Midnight Fantasy (Britney Spears), Very Irresistible (Givenchy), Sexy Little Things (Victoria's Secret), Desire (Dolce&Gabbana), Be Delicious (DKNY), Sexynight (Mancini), Provocative Interlude (Elizabeth Arden), Wish (Chopard).
BELLEZA. Y para seducir, ¿qué necesitamos?: estar guapas, ser princesas, no tener edad, oler a flores, ser etéreas y desvanecernos en el aire como hadas. Bellisima (Bluemarine), Pink Princess (Vera Wang), Ageless (Harvey Prince), Flora (Gucci), L'air (Nina Ricci), The tale of a fairy (Chanel). Para nosotras no están pensadas las actitudes de fuerza, poder, movimiento, ni de victoria. La acción está reservada a los hombres, las mujeres no sudamos, no peleamos y no nos esforzamos ¿qué marranada es esa? lo nuestro es flotar.
MALDAD. No todo van a ser vestiditos de tul y varitas mágicas porque con nuestros poderes, además de transformarnos en aire, también podemos ser malas. Existen numerosos nombres que hacen referencia a lo pérfidas que somos porque no hay término medio, o somos princesas o somos brujas: Hypnotic Poison, Midnight poison, Pure Poison (todas de Dior, que tiene copado el mercado de los venenos), Guilty (Gucci), Insolence (Guerlain), Ange ou Démond (Givenchy), Lady Vengeance (Juliette has a gun).
Pero de todos los nombres, hay unos que me fascinan especialmente, son los nombres-respuesta, los que nos sugieren lo que las mujeres tenemos que responder:
Sí (Giorgio Armani). Sí... ¿qué?: ¿sí mi amo?, ¿sí mi capitán?, ¿sí a todo? Querido Giorgo verás, no estamos en este mundo para satisfacer las necesidades del personal. ¿Cómo?, ¿que si quiero comprar tu colonia?: NO.
Quizás, quizás, quizás de Loewe, que según la descripción de la propia marca "Es una fragancia pensada para una mujer fascinante, divertida y segura de sí misma". Estos perfumes los deben hacer como la receta de los donuts, el nombre y la descripción en dos agencias diferentes.
No me digáis que los creativos no se lo curran, nos están revelando todas las claves de la felicidad en estas pequeñas botellas. De hecho, cuando abres una sientes un orgasmo instantáneo. Pasa en todos los anuncios: las modelos se retuercen sobre sí mismas y ponen los ojos en blanco. Cuidado con oler una de estas esencias en el centro comercial, pueden multarnos por escándalo público o confundirnos con la niña del exorcista. Lo mismo da.