¿Has revisado tu nivel de machismo?
El verano está a la vuelta de la esquina y nos venimos arriba pensando en el sol, las terracitas, los paseos por la playa y la tumbona. Sabemos que no tenemos que poner un pie en la calle sin nuestra crema de protección solar, pero salimos ahí a pelo llevando encima años y años de educación machista y contagiándola a todo el mundo sin pensar en las consecuencias. "Yo no soy machista", "Eso no me puede pasar a mí". ¿Estás seguro? ¿Cuánto tiempo hace que no te haces una revisión de costumbres?
Estoy segura de que ya lo has escuchado antes: el machismo es un mal social que está por todas partes y que tanto hombres como mujeres lo asumimos a través de la cultura como parte de la normalidad. Lo padecemos, pero también lo propagamos cada día a través de nuestros gestos cotidianos. No estamos hablando de una enfermedad física ni tampoco psicológica sino de un sistema que se basa en la desigualdad y que altera nuestro comportamiento y nuestra forma de relacionarnos. Las mujeres son el grupo que sufre los peores daños producidos por esta lacra social, como el sometimiento, la injusticia, los malos tratos, los abusos sexuales e incluso la muerte. A los hombres les vuelve violentos, injustos, egoístas y aunque sin duda les confiere muchos privilegios, éstos siempre se basan en perjudicar al otro sexo. Como sociedad nos toca actuar y poner remedio de forma conjunta a este virus que menoscaba nuestro bienestar y para ello, deconstruir el modelo de masculinidad es una de las tareas que debemos llevar a cabo.
Con este vídeo, que he realizado con la inestimable colaboración del Instituto Andaluz de la Mujer, Consejería de Igualdad y Políticas Sociales, quiero implicar a los hombres en la erradicación del machismo. Hasta ahora hemos realizado muchas campañas que nos muestran las consecuencias negativas que la cultura machista tiene en las mujeres, pero estoy segura de que muchos hombres están deseando ser parte activa del cambio y construir modelos que nos hagan mucho más libres y nos permitan tener relaciones más sanas e igualitarias. El machismo se puede combatir. Como dice uno de los personajes de esta historia "Sólo hay que detectarlo a tiempo, con un poco de esfuerzo y mucha voluntad se puede corregir".