El Consejo de Seguridad de la ONU ha elegido a un secretario general de Humanidad
Naciones Unidas es una organización basada en valores. Los valores universales residen en el corazón de nuestra humanidad y su materialización depende de la acción, o de la "implementación, implementación, implementación", como destaca Guterres en su declaración de visión.
El pasado martes, 4 de octubre, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas seleccionó a D. Antonio Guterres como próximo Secretario General de la ONU. Con la encuesta que realicé y en un post que publiqué en mi blog el 30 de junio, mantenía la esperanza de que el Consejo de Seguridad de la ONU eligiera a un Secretario General que simbolizara la humanidad.
El mundo, una vez más, se enfrenta a desafíos existenciales, como hace 70 años. Nuestros propios principios a favor de una coexistencia pacífica están siendo aplastados por la xenofobia, el sectarismo, el racismo y la intolerancia mientras nos enfrentamos a multitud de amenazas para el planeta, como el cambio climático y la brecha -cada vez mayor- entre los que tienen y los que no. La paz y la seguridad internacional y la universalidad de los derechos humanos siguen sin estar definidos. Un número sin precedentes de refugiados y de personas desplazadas dentro de su propio país se ven obligados a dejar sus casas. Nos hacemos la misma pregunta una y otra vez: "¿dónde está nuestra humanidad?".
Naciones Unidas es una organización basada en valores. Los valores universales residen en el corazón de nuestra humanidad y su materialización depende de la acción, o de la "implementación, implementación, implementación", como destaca Guterres en su declaración de visión. Hoy en día, la brecha entre los valores y principios universales consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, el derecho internacional y la realidad a pie de calle parece ser más amplia que nunca.
Se han hecho muchos intentos de aceptar nuestra profunda experiencia y nuestros objetivos a medida que luchábamos contra las guerras, la violencia, la injusticia y la desigualdad. A nivel organizativo, político y diplomático, se han producido miles de documentos para mejorar los procesos, diseñar cambios estructurales, articular enmiendas y hacer llamamientos a favor del "compromiso político". Sin embargo, la reestructuración de nuestras oficinas y procesos comerciales son solo un complemento, y no un sustitutivo, de la reconstrucción de una cultura y unas actitudes organizativas.
Los valores y principios de las Naciones Unidas -gracias a que son valores y principios- también requieren una humanidad profundamente asentada que motive e inspire el cambio. Este tipo de humanidad basada en los valores debe ser consistentemente exhibida por los líderes, para que sirvan de guía e inspiren a una organización entera.
La humanidad no es una noción intelectual. Es una experiencia espiritual. Implica la capacidad para sentir compasión por las personas a las que servimos. Conlleva valentía moral e integridad. Implica humildad. Significa unir los puntos, crear consenso y que el resto de la humanidad se sume -incondicionalmente, apasionadamente y, en ocasiones, en silencio- a los valores que compartimos. Como Alto Comisionado para los Refugiados y como candidato a Secretario General de las Naciones Unidas, Guterres ha demostrado tener estas cualidades.
De hecho, Guterres tiene un conocimiento y una comprensión única de las Naciones Unidas y los desafíos a los que se enfrenta. También cuenta con la madurez y la carga de profundidad que necesita la ONU. "Es una persona profundamente espiritual, humanitaria y humanista", como indica en un artículo del The World Post Jose Ramos Horta, laureado con el premio Nobel de la Paz y con una sólida experiencia en las Naciones Unidas.
El Consejo de Seguridad de Naciones unidas ha elegido a un Secretario General que simboliza la humanidad. Citando la elocuente conclusión de la declaración de visión de Guterres, "de hecho, los valores son el argumento definitorio y la fuerza vital..." y "el éxito de la ONU y de la comunidad internacional yace en nuestro compromiso común frente a los valores comunes [...] una expresión de nuestra humanidad común".
Sin llegar a compararle con el legendario Secretario General de la ONU, Dag Hammarskjold, parece que Guterres no está lejos de convertirse en una personificación similar de los principios y la visión de las Naciones Unidas.
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Yasmine Sherif es abogada y veterana de la ONU, tiene más de 25 años de experiencia en derecho internacional y es autora del libro 'The Case for Humanity: An Extraordinary Session', con prólogo de José Ramos-Horta.
Este artículo fue publicado originalmente en 'The World Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.