¿Por qué es importante enseñar a las niñas a decir "buenos días"?
Estar a cargo de diez niñas científicas es mucho más complicado de lo que pensé, y no por las razones obvias. Despertarlas temprano, llevarlas a clase y tenerlas en la cama a las 22:30 es la parte sencilla. Pero tenía dudas sobre si podría aconsejarlas, pues tienen intereses en áreas muy diferentes a la mía.
Un blog de Bita Aranda
Estar a cargo de diez niñas es mucho más complicado de lo que pensé, y no por las razones que podrían ser obvias. Despertarlas temprano, llevarlas a clase y tenerlas en la cama a las 22:30 es la parte sencilla, y ojalá ese fuera mi único trabajo en el Campamento WiSci.
En febrero, una profesora me recomendó presentarme a una convocatoria para ser consejera en un campamento que tenía como objetivo reducir la brecha de género en las áreas de Ciencias, Tecnología, Artes, Matemáticas e Ingeniería. Sin saber absolutamente nada de estas áreas, decidí hacerlo por no perder la oportunidad de ser parte de un programa de la Fundación de las Naciones Unidas y el Departamento de Estado de EUA.
Al ser aceptada, me surgieron un montón de dudas sobre cuál sería exactamente mi papel como consejera de niñas que tienen intereses en áreas tan diferentes a la mía, y dudé si sería capaz de guiarlas correctamente.
Durante nuestra semana de aprendizaje en Washington D.C., tuve la oportunidad de estar con las otras nueve consejeras en el Estado de la Unión de la Mujer, que reunió a más de 5.000 mujeres de diferentes partes del mundo. Todas ellas compartieron una parte de su historia que resonó en mi corazón y en mi mente, pero Michelle Obama habló sobre lo que sería mi meta como consejera en el Campamento WiSci: el valor propio y el valor de nuestras acciones.
Desde ese momento, fue un reto encontrar la manera de desempolvar el valor que cada una de nosotras tenemos escondido porque, durante años, nos han dicho que no lo podíamos o no lo debíamos tener. Esta es la parte que ha sido tremendamente difícil para mí.
Decidí dejarles tareas: sonreír a diario, decir "buenos días" a todas las personas que se crucen, agradecer a los que nos sirven la comida, aplaudir a las chicas que ganan puntos a pesar de que nosotras no ganemos ninguno. ¿Esto qué tiene que ver con su desarrollo profesional? Yo, en lo personal, creo que todo. Estas acciones son las maneras más pequeñas y más fáciles de causar un impacto positivo en los demás y en ellas mismas. Sea a su comunidad, su escuela, su familia o su país, tienen que aprender que todo lo que hacen tiene un valor y un impacto en los demás.
Escuché a una de mis chicas decir que quería cambiar el mundo pero que probablemente no podría. La detuve en seco y le dije que nunca lo volviera a decir en su vida. Estas niñas son capaces de todo, lo he visto día a día en la manera en que se desenvuelven y en todos los conocimientos que han adquirido en sus cortísimos 16 o 17 años. Por lo tanto, para mí es importante que sepan que es sumamente posible que puedan cambiar el mundo siendo mujeres profesionales desde la rama que elijan: medicina, biología, astronomía, construcción, arte o política.
Redes como estas, en las que compartes dos semanas con soñadoras como tú, son un privilegio que pocos tienen. Es una oportunidad para que se den cuenta de que existen otras 95 niñas que piensan como ellas, que también quieren cambiar el mundo. A pesar de que en unos días regresan a sus países, tendrán colegas alrededor del mundo que tienen las mismas metas que ellas y serán un motor para continuar sus sueños porque todas estarán pasando por las mismas dificultades y situaciones, pero podrán lograrlo. Lejos, pero juntas.
Es difícil para mí saber que no todos les sonreirán por las mañana ni les desearán los buenos días, y muy probablemente muchos no les agradezcan su trabajo. Pero me iré feliz si puedo transmitirles por qué es necesario que ellas lo hagan. Desear los buenos días, continuar sus estudios y cambiar el mundo.
Biografía
Me llamo Bárbara Aranda Mercado (Bita) y soy licenciada en Relaciones Internacionales, egresada de la Universidad de las Américas Puebla. Mi compromiso como ser humano es generar condiciones para que todas las personas puedan ser las mejores versiones de sí mismas. Mi sueño es trabajar en la generación de políticas públicas o en un organismo internacional, representando a México.